jueves, 28 de febrero de 2013

Cine y videojuegos (I) ¿Tan difícil es hacer una buena adaptación?

Desde que en los años 80 Nintendo irrumpiera a lo grande en el ámbito doméstico con su queridísima NES, e incluso convirtiera el gaming en una actividad de exteriores con su Gameboy, los caminos del cine y el videojuego como dos mercados masivos se han ido cruzando cada vez con más frecuencia. Se ha producido un fenómeno de retroalimentación basado simplemente en adaptar títulos populares del medio "vecino" para aprovechar su tirón, pagando normalmente una importante suma, que casi siempre acaba por influir muy, muy negativamente en la calidad del producto final.

Hoy abordaremos solamente el salto desde las plataformas de juego (consola o PC) a la gran pantalla, donde nos vamos a encontrar con menos títulos que a la inversa, pero en general de una calidad entre dudosa e infumable. Con excepciones, claro está, pero que con toda seguridad, contaremos con los dedos de una mano. Esto responde a varios motivos; el más importante, que durante bastante tiempo, la industria del cine se ha permitido el lujo de tomar al jugador por imbécil, desde el casual hasta el más hardcore. Cuando no hay arte de por medio, cuando todo se reduce a dinero, quienes toman las decisiones, o no se rodean de la gente adecuada, o simplemente no les escuchan. Han tenido que pasar 20 años largos para que en esa posición pueda haber personas que han crecido con el videojuego como un elemento más de su cultura, y poder encontrar algo decente entre tanta basura. Si alguien les hubiera explicado antes que, ni ser un niño, ni un jugador adulto, son sinónimo de incompetencia intelectual, tal vez no nos encontraríamos en un terreno tan baldío existiendo juegos con una calidad argumental fuera de toda duda.

Empecemos pues, abordando las violaciones más flagrantes que han pasado por una sala de cine.
En esta categoría, duele mucho encontrar algunos de los títulos más carismáticos de la historia convertidos en materia fecal en forma de celuloide.
Es el caso por ejemplo, de Super Mario Bros (1993), un extraño mejunje de fórmulas que más o menos funcionaban en el cine de entretenimiento con el que fuera, posiblemente, el título más popular para varias generaciones. El principal problema de esta película no es que sea una pésima adaptación, que lo es, sino que probablemente, nunca debió ser adaptada. Super Mario Bros podía ser un juego muy popular, pero su argumento nunca ha tenido mucha chicha que digamos. Un fontanero italiano adicto a las setas de colores que, una vez tras otra, deberá rescatar a una princesa que podría invertir algo más en su seguridad, de manos de una tortuga punk gigante. Muy cinematográfico, ¿verdad? Ademas ¿qué rollo se traían esos dos? ¿Cuales eran las intenciones de Mario? Nunca se nos aclaró si son pareja, si Mario está enamorado y ella se aprovecha para tener guardaespaldas gratis, si por el contrario Mario, como buen italiano, es un "acosador" de princesas, o si simplemente estamos jugando las fantasías un Don Quijote moderno puesto de ácido.
Los plataformas siempre han sido juegos sin pretensiones, donde nada más allá de la propia experiencia jugable tiene demasiada importancia; pueden estar bien para una serie de animación, pero nada más. Si bien el argumento de la película poco tiene que ver con el del juego, es casi igual de escueto, y además es malo, dejando tan cabreados a quienes eran fans de la franquicia como a quienes no. Cabreó incluso a quienes participaron en ella, habiendo sido considerada motivo de vergüenza por alguno de ellos.


Mención especial merecen todas y cada una de las adaptaciones de juegos de lucha. "Street Fighter" (1994), "Double Dragon" (1994), "Mortal Kombat" (1995), "Dead or Alive" (2006), o "Tekken" (2010) son los ejemplos más claros que me vienen a la cabeza, y realmente me costaría decir cual de ellas es la peor adaptación. El grado de indignación es, a grandes rasgos, directamente proporcional al cariño que se le tuviera al juego en cuestión. Creo que teniendo en cuenta todos los factores (expectativas, presupesto, cartel, etc) la ganadora sería Street Fighter, aunque entre las demás hay auténticos esperpentos como Double Dragon.
Aunque a un juego de lucha tampoco se le debe presuponer un gran argumento, la diversidad de personajes con su propia línea argumental da bastante más juego del que se le ha sacado, aunque sean tramas sencillas. Ni siquiera la inclusión de nombres de tirón como Jean-Claude Van Damme pueden librar a estas cintas de la quema. Como mucho, alguno salvará Mortal Kombat; ni una más.

           

      


En la mayoría de los casos, el cartel ya tira para atrás.

Capítulo aparte merecerían las incursiones en el género del amigo Uwe Boll, al que algunos han tenido la ocurrencia de calificar como el nuevo Ed Wood. Para mí, cualquier parecido es fruto de la imaginación, o pura diarrea mental, y el único propósito de Boll ha sido hacerse famoso a costa de cabrear al personal con premeditación y alevosía, a base de quemar millones como si fueran billetes del Monopoly. Sólo citaré tres de sus producciones más infames, aunque infames lo son todas, porque no quiero dar más protagonismo a este personaje en el blog: "Alone in the Dark" (2005) con Christian Slater, Tara Reid y Stephen Dorff, "Bloodrayne" (2005) con, ojo al dato, Ben Kingsley, Michael Madsen y Michelle Rodríguez, además de Kristanna Loken (Terminator 3), y "House of the dead" (2003), esta vez sin caras conocidas (y quizá la más perdonable por no tomarse muy en serio a si misma, y sí ser en este caso, una producción de bajo coste). Hay muchas más, pero si queréis saber más sobre este señor y no valoráis demasiado vuestro tiempo, adelante. Yo me eximo de cualquier responsabilidad.


Cerramos la entrada de hoy con una tanda de las que podríamos calificar como simplemente malas o muy malas, pero sin rebasar ampliamente la barrera de lo ofensivo ni despertar el instinto asesino que hay dentro de cada uno. Producciones comerciales modernas en su mayoría, que al menos cuentan con una realización correcta, aunque algunos de los guionistas sean para echarles de comer aparte.
En este apartado, citaremos otro súper-clásico venido a menos por obra y gracia del cine, "Doom" (2005) con Karl Urban y Dwayne "The Rock" Johnson. Teniendo en cuenta que Doom es un título de 1993, al menos la película tiene mejores efectos especiales, y 12 años de por medio, quieras que no, disminuyen notablemente el impulso de cortarse las venas.

                                     
Sí, esta es la mejor escena de la película...

Nos encontramos también con uno de los primeros blockbusters de Angelina Jolie cuando todavía hacía tres comidas al día, "Tomb Raider" (2001), una película que generalmente, se olvida entre 5 y 10 minutos después de haberla visto. Parece que su secuela fue todavía peor; por suerte, no se ha cruzado en mi camino.


Yo me sigo quedando con las serpientes y la cara de estreñido de Indiana Jones

Otro título relativamente doloroso para los fans de una saga hiper-longeva fue la cinta de 2010 "Prince of Persia: Las arenas del tiempo", una mezcla entre el verdadero Prince of Persia y el Rey Escorpión donde la mayor sorpresa era ver el resultado de los esteroides en la anatomía de Jake Gyllenhaal. Repite Ben Kingsley, que fuera de ganar un Oscar por Ghandi, normalmente está en todos los saraos.
Para quienes el título no signifique nada, puede llegar a pasar como una cinta aceptable de entretenimiento, sin más.


Por muy mazao que se ponga, la cara de empanao no se la quita nadie

Y para cerrar hoy, un caso especialmente raro, en este caso por el potencial del producto entre manos. No hablo de otro que de "Max Payne" (2008), si no una de las peores, sí que una de las cintas más desaprovechadas de esta lista. Max Payne introdujo por primera vez en el mundo del videojuego el denominado tiempo-bala que más adelante se utilizó, y que tanto gustó, en "Matrix". La película ni siquiera se acerca a ese nivel de innovación visual. Por otro lado, su protagonista era un hombre atormentado de un tirón comparable, por ejemplo, al de Batman. En lugar de eso, lo que recibimos fue una de las interpretaciones más anodinas e inexpresivas de Mark "caraladrillo" Whalberg.


No es lo mismo estar atormentado que fruncir el ceño en cada plano

Y con esto acabamos por hoy. En mi próxima entrada repasaremos las adaptaciones más decentes, veremos cómo lo mejor del videojuego en el cine no son precisamente adaptaciones, y hablaremos de una rara avis llamada "The Wizard", un anuncio de 90 minutos que dio dos o tres pasos más allá en el concepto de publicidad subliminal. Pero eso será otro día. Saludos!

Este cartel tiene más gracia que algunas de las películas repasadas

lunes, 25 de febrero de 2013

El vidente oscuro renace: Breve análisis de los Oscar

A buen seguro hoy estarán corriendo ríos y mares de tinta y bits sobre la ceremonia de ayer, así que seré breve en mi análisis. Quienes me conocen saben que no soy hombre de sacar pecho, así que pese al sorprendente pleno en mis predicciones, lo único que diré es que quizá estaba equivocado en mi auto-análisis y sí que conozco cómo funciona esto de la industria, y de lo que no tengo ni idea es de cómo funciona esto del cine.

Respecto a la gala, no quiero ponerme en plan cinéfilo trasnochado con ataques gratuitos hacia una maquinaria cuya finalidad no vamos a descubrir ahora. Los Oscar son un espectáculo, una macro-feria comercial, un escaparate en el que promocionar los rostros de moda y sentar tendencias y corrientes de opinión. Hace mucho que es así y no creo que sea algo contra lo que debamos revelarnos. Nadie nos obliga a darles más valor del que pueda tener para cada uno, desde la indiferencia o la mera curiosidad de los más escépticos, hasta el entusiasmo de los más entregados. Punto.


La noche tuvo principalmente dos triunfadoras por encima del resto, "Life of Pi" con cuatro galardones incluyendo Mejor dirección y "Argo" con tres, incluyendo Mejor película. Tal vez los números hubieran sido inversos si la curia académica no hubiera cometido la imprudencia de no nominar a Affleck en la categoría de Mejor dirección en una decisión bastante sonrojante. Como he comentado en otros círculos, mi opinión es que su ausencia responde a un intento desesperado de que el galardón se fuera para un héroe americano en horas bajas, con mucho peso entre los estamentos más veteranos de esa curia, el "tito" Spielberg.

Y no es sólo cuestión de mérito, algo por lo que también merecerían haber estado Paul Thomas Anderson por "The Master" y, si me apuras, hasta Sam Mendes por su relativamente menospreciada "Skyfall". Es cuestión de no tomar al personal por idiota. Tener 5 o 6 competidoras de nivel en la categoría de mejor película tal vez redujera las opciones de Argo a llevarse otro gran premio, pero aún así, las posibilidades eran elevadas. Si bien como dije en mi anterior entrada, la mejor dirección y la mejor película no son necesariamente inseparables, sí que parece inadmisible que su director no aparezca ni siquiera entre los nominados cuando, si algo destaca precisamente en Argo, son la dirección y la edición (premio que sí recibió).

Pero ahí estaba mi querido y admirado Ang Lee para aprovecharse de esta coyuntura en una de las principales sorpresas de la noche. "Life of Pi", pese a no ser un producto 100% americano, es una fábula maravillosa que ha gustado mucho entre los votantes, y Lee un hombre humilde y trabajador, muy querido, y que siempre ha trabajado en los albores la excelencia (salvo quizá en el trámite mercadotécnico de "Hulk"), de cuyo galardón sólo puedo alegrarme. Qué habría pasado de competir con Affleck es algo que no sabremos gracias al enésimo ridículo de los miembros implicados en las nominaciones (no así de los miembros votantes que, esta vez, no mordieron el anzuelo).

Finalmente Jessica Chastain y Emmanuelle Riva se quedaron a las puertas y fue Jennifer Lawrence, algo incrédula y muy nerviosa, la que subió, aunque fuera a trompicones, la escalinata hacia el Oscar. Estuvo más natural de lo que esperaba, aunque se nota que todavía le incomoda y apabulla bastante todo el rollo del show bussiness.


Se va Jennifer, se va por el barranquillo

No hubo sorpresas en la categoría de actor principal. No cuestionaré si la actuación de Phoenix es mejor que la de Day-Lewis, porque ya dijimos que el primero estaba casi completamente descartado por motivos ajenos a su trabajo. Lo cierto es que la actuación del segundo es indudablemente digna de Oscar en una valoración objetiva, y más allá de si ha habido otros que han merecido anteriormente llevarse tres estatuillas en esa categoría, eso es otro debate que nada tiene que ver con él; así que en mi opinión Daniel Day-Lewis es justo y merecido vencedor. Un gran vencedor en una gran perdedora, pero a eso iremos luego. 
Además, fue de los pocos que estuvo realmente inspirado en su speech, gracioso, y tremendamente respetuoso con Meryl Streep, con sus rivales, y genuinamente cariñoso con su esposa.

También se cumplieron los pronósticos con Anne Hathaway, salvando junto a otros dos premios relativamente menores la honrilla de "Les Misérables".

También pudimos ver a Tarantino en el estrado para recoger, en este caso, su premio al mejor guión original. Tal vez no sea su mejor guión, tal vez "Moonrise Kingdom" sea más original e imaginativa, pero como Tarantinista confeso, a mí siempre me alegra ver a este tío ganar premios. Fue también otro de los más naturales a la hora de recoger su galardón, muy seguro y también genuinamente agradecido a todo su reparto. Chapó.


Quentin Tarantino, un héroe nerd moderno

Sin duda la gran derrotada de la noche fue "Lincoln". Spielberg parece haber perdido el tren de la industria, bien sea por sus últimos fiascos, bien sea porque, simplemente, el momento de su cine ha pasado. No tengo muy claro si después de este nuevo "toque de atención" seguirá perseverando en su empeño o finalmente dará un paso atrás (en cuanto a dirección, que no a producción) dedicándose a apoyar y dejar paso a nuevos talentos con una visión más acorde a los tiempos que corren.

No puedo considerar a "Silver Linings Playbook" una derrotada ya que en mi opinión, el sólo hecho de haber recibido tantas nominaciones ya debe ser visto como un premio y un reconocimiento para ellos. Sinceramente, cualquier otra cosa, habría sido esperar demasiado pese al peso del señor Weinstein en la Academia.

Nuestro anfitrión dió lo que en mi opinión podíamos esperar de él. Estuvo bien en la ración de stand-up inicial, algo arriesgado y transgresor con algunas bromas y gags como debíamos presuponerle, aunque no totalmente desatado, como la pseudo-solemnidad del evento le exigía. Cometió el pecado de centrarse demasiado en sí mismo en su careo con William Shatner, al que vi incómodo y sobreactuado. Básicamente, Seth McFarlane fue Seth McFarlane, aunque se fue diluyendo con el paso de las horas. Si esperaban otra cosa, deberían haber contado con otro anfitrión.


Lo de "quiet please" obviamente no va con él

Para acabar, cerrando como casi siempre con un apunte de cómic, "Los Vengadores" pasaron sin pena ni gloria, ya que como dije no partían como favoritos en la única categoría a la que optaban. Además no estuvieron demasiado inspirados en su intervención, siendo los únicos con algo de gracejo Jeremy Renner (que ya es decir...) y Samuel L. Jackson. Junto a ellos, salieron al escenario un apagado Robert Downey Jr, un discreto Mark Ruffalo, y un cartón de Chris Evans.

¿Habría notado alguien la diferencia con esta figura articulada?





sábado, 23 de febrero de 2013

El vidente oscuro: Mis predicciones para los Oscar (I)

Para mi vergüenza, todavía no he podido ver algunas de las películas implicadas en la "batalla" que este domingo se librará en la en la entrega de los Oscar. Por si eso fuera poco, mis habilidades como futurólogo son cuanto menos cuestionables, pero este es un blog principalmente sobre cine, así que tocará tirarse a la piscina y aguantar el chaparrón si no damos ni una. Abordaré solamente algunas de las categorías más importantes, basándome no en mis favoritos, sino en quienes creo que tienen más opciones de llevarse la estatuilla.
Así pues, extendamos la alfombra roja, y al lío.


MEJOR PELÍCULA

Mucho se está hablando este año sobre la calidad de las cintas en liza, siendo a priori una de las ediciones más disputadas y difíciles de los últimos años.
Arrancaré con mis descartes.

"Amour" será casi con toda seguridad la Mejor Película de habla no inglesa, pero todos sabemos que en esta categoría tiene muy pocas posibilidades. La industria americana tiende a premiar sus propias producciones, y creo que más de uno todavía se está retorciendo por la estatuilla que se llevó "The Artist" (y me incluyo).
"Beasts of the southern wild". Si difícil es optar al premio para una producción foránea, tanto o más lo es para una independiente. Y es que no es lo mismo valorar una película que premiarla; su nominación ya ha sido relativamente sorpresiva, así que no contaría mucho con ella.
"Silver Linings Playbook". Dar el salto de comedia revelación o película revelación a mejor película del año me parece un reto demasiado grande para una cinta que, a fin de cuentas, puede gustar mucho, pero tampoco rompe ningún molde, cuando compite con producciones de una magnitud mucho mayor.

Veamos ahora las "outsiders"

"Life of Pi" es una película quizá demasiado visual, y su acogida ha sido algo irregular entre la crítica, siendo posiblemente más valorada por el público que por los estamentos implicados en la votación. De todas maneras Ang Lee ya sabe lo que es arrasar en la alfombra roja y su elección tampoco sería una sorpresa mayúscula, pero sí una sorpresa al fin y al cabo. Creo que tiene más posibilidades en la categoría de Mejor dirección.
"Zero Dark Thirty". Bigelow ya besó el santo con "The hurt locker" y veo difícil que repita gesta. De todas maneras, a Hollywood le gusta mucho eso de las gestas, y podría tener sus opciones pese a ser una película dura y una elección potencialmente polémica.
"Django unchained". Teniendo en cuenta que no se trata de la mejor película de Tarantino, veo difícil que sea esta la ocasión en la que se lleve el gato al agua.

Y finalmente, las favoritas.

Tal y como yo lo veo, todo va estar entre "Argo", "Lincoln" y "Les Misérables". En este punto, por un ligero margen me inclino por "Argo", por los siguientes motivos. Tanto "Lincoln" como "Les misérables" me parecen películas "diseñadas" y planificadas pensando en los Oscar, y tiendo a creer que esa fórmula no funciona demasiado bien últimamente. Además, Affleck es el nuevo chico de oro de la cantera de directores de Hollywood, representa el futuro, tiene buenas relaciones en los círculos que deben votar y es un valor en alza, mientras que Spielberg es más bien el pasado (y ha dado demasiados bandazos últimamente que puede que no se le perdonen con facilidad, como "War Horse" o el último Indy). Hopper ya se llevó un premio que muchos vieron como prematuro con su "The King's speech". Aunque no se premia la dirección, en cierto modo van íntimamente ligadas, y Affleck no ha sido nominado en esa categoría. En su contra juega que podría ser interpretada como demasiado pro-americana (aunque en mi opinión no lo es) y el resto del mundo podría no ver con muy buenos ojos la elección. Aunque tal vez la apuesta más segura podría ser "Les Misérables", ahí va la mía


MEJOR ACTOR PRINCIPAL

Otra conjetura difícil. A grandes rasgos:

Bradley Cooper es una de las caras del momento, y se está hablando mucho de su película, mucho más de lo que cabría esperar. Completa un actuación entrañable y hasta reseñable, pero el hecho de que se esté hablando más de su compañera de reparto, y tomando en consideración los nombres de peso con los que compite, no creo que tenga posibilidades. 

Joaquin Phoenix es un talento de muchos quilates, pero su comportamiento errático y el hecho de haberse meado en la academia en repetidas ocasiones, creo que le dejan fuera de toda opción por su "The Master", que es además una película admirable, pero difícil de apreciar a estos niveles.

Si Hugh Jackman tiene que ganar algún Oscar en su carrera, indudablemente tiene que ser con un musical, género en el que por su formación y trayectoria se mueve como pez en el agua. En su contra: es difícil premiar a alguien por destacar en lo que todos sabemos que es lo que mejor hace.

Y para mí los dos favoritos son dos gigantes interpretativos cara a cara, Daniel Day-Lewis por su "Lincoln" y Denzel Washington por "Flight". En favor del segundo, lo bien vistos que están siempre los galardones al colectivo afro-americano, y lo mucho que suelen gustar los personajes con problemas de adicción. En su contra, que "Flight" es una película menor en comparación con las de sus principales competidores. Así, y también por un estrecho margen, mi favorito es:


MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL

Sin poder opinar sobre todas las interpretaciones, creo que en esta categoría podemos hacer un "all in" por Jennifer Lawrence. Con su edad, lleva una carrera meteórica, con grandes trabajos a sus espaldas que no recibieron tanta atención como "The Winter's Bone". Está en todos los medios y es sin duda un valor a promocionar, y probablemente el mejor órdago para "Silver Linings...".
Pese a que su trabajo no fue burdo, no me gustaría que Naomi Watts se llevara una estatuilla por un trabajo tan artificial como "Lo imposible", principalmente para evitar un nuevo bombardeo mediático por parte de la maquinaria televisiva de Mediaset. 
Para ésta categoría no descartaré a nadie, pero como digo, mi apuesta va para


MEJOR DIRECCIÓN

Aquí tampoco me atrevería a descartar a nadie.Quizá Haneke ("Amour") y Zeitlin ("Beasts of the southern wild" sean los que parten con menos opciones, pero podría haber sorpresas. 
Por gusto personal me quedaría con el trabajo de Ang Lee, pero David O. Russell está muy bien considerado entre el colectivo de actores, y bien relacionado. Por otro lado, Spielberg no deja de ser Spielberg, y nunca se le puede descartar. Para ésta categoría no me atrevo a hacer una apuesta clara, pero aunque sólo sea por ser fiel a mi propio criterío, mi ficha va para el director chino.

MEJOR ACTOR/ACTRIZ DE REPARTO

Para estas dos categorías, por algún motivo, tengo dos favoritos bastante claros. Aunque en la categoría masculina no debería ser así, ya que lo favoritos han ido bailando en los últimos meses y no está nada claro, me quedo con dos nombres: Cristoph Waltz por "Django Unchined" y Anne Hathaway por "Les Misérables". El primero no ha defraudado en su segunda colaboración con Tarantino, que ha dado con un filón "tardío" que además de interpretar como un coloso, cae muy bien. La segunda es una de las novias de América, otra cara joven que lo tiene todo, la imagen, el talento, y ahora también la voz.

             

No hablaré de más caregorías porque mucho me temo que el nivel de ridículo ya será suficiente con éstas. De todas maneras, haré dos brevísimos comentarios más antes de acabar.

Como dije al principio, este es un blog principalmente sobre cine, pero también es un blog sobre cómic.
De las dos producciones en liza este año, "The Avengers" opta al premio a Mejores efectos visuales, y aunque puede que no parta como favorita, se me hace difícil imaginar que una cinta que ha superado la barrera de los 1000 millones de dólares en taquilla, y que ha dado todo el entretenimiento prometido y más, sin mayores pretensiones, se quede sin premio. Veremos qué pasa el domingo.
Por su parte, "The Dark Knight rises" ha sido duramente castigada, demasiado para mi gusto, por ser una película inferior a su predecesora, no optando ni siquiera al premio en esta útlima categoría pese a estar muy por encima de "Snow White and the Huntsman" y constatar una visible progresión por parte de su director en el tratamiento de las escenas de acción. Desde aquí, nuestras sentidas condolencias para toda la bat-familia.


Dicho esto, estáis todos invitados a pasaros por aquí después de la ceremonia a restregarme por la cara  mi total y profundo desconocimiento de cómo funciona esto de la industria ¿Cuales son vuestros favoritos? No dudéis en dejar vuestros comentarios!


viernes, 22 de febrero de 2013

The "big guy" is coming: Esperando "Man of Steel"

Cuando todavía quedan meses para su estreno, ya han corrido ríos de tinta alrededor de una de las películas más esperadas de 2013, la que supondrá el regreso de la primera imagen de marca de DC a los cines y una de las grandes apuestas de Warner para forjar una franquicia potente que proteja a Batman de la sobreexplotación mediática. Incluso, si todo va bien, un nuevo pilar sobre el que apoyar un hipotético proyecto sobre la Liga de la Justicia, del que también se está hablando desaforadamente a lo largo y ancho de la red.

Cabe esperar que "Man of Steel" devuelva al personaje más universal sobre el papel a la altura que le corresponde en nuestros días. Superman había perdido mucha fuerza en el mundo del cómic a lo largo de las últimas décadas; algo a lo que se ha empezado a poner remedio con su reinicio a manos de Grant Morrison en la nueva y renovada Action Comics, una de las publicaciones más potentes de los controvertidos New 52 (reinicio casi total de la gran mayoría de las franquicias de DC que arrancó hace aproximadamente un año y medio), así que todo parece indicar que es el momento perfecto para hacer lo mismo en el cine.
Mucho tiempo ha pasado ya del Superman de Donner y Cristopher Reeve, y por mucho que lo sigamos recordando con cariño, e incluso devoción en algunos casos, en mi opinión es urgente una renovación artística para acercar al personaje a las nuevas generaciones, y a la línea más comprometida, oscura y realista iniciada por la trilogía de Batman de Nolan.

No se trata de borrar del recuerdo las icónicas cintas de 1978 y 1980, ni de competir con ellas, ni siquiera de imitarlas. De buen seguro habrá algún tributo para quien tenga los ojos abiertos, pero ahí deben acabarse las comparaciones. No sería justo para ninguna de las dos partes, y tampoco es necesario. "Superman" y "Superman II" están ahí, fueron productos increíbles en su momento, y deben conservar un lugar en nuestros corazones, pero eso no quiere decir que debamos dejar al personaje anclado en esa época ni erigirlas como referencia para algo que, en el fondo, no tiene nada que ver. Los lectores habituales de cómic hemos aprendido a lidiar y aceptar con naturalidad ciertos cambios en los mythos alrededor de nuestros personajes favoritos, que en muchos casos les han llevado a mejorar exponencialmente o resurgir en épocas de crisis, y sería un buen ejercicio para quienes no lo son mantener una mente abierta al respecto y no esperar nada parecido.

A fin de cuentas, la aventura de Bryan Singer en 2006 con "Superman Returns" ya fue precisamente eso, un tributo constante, una secuela, y una imitación moderna del trabajo de Donner, y aún así, pese a una recepción inicialmente positiva en la mayoría de los casos y una ejecución meticulosa y cuidadosa, con el paso de pocos años, ha quedado como un producto intrascendente y con una aceptación regular por parte del público (5,2 en filmaffinity y 6,3 en imdb).

Así, sin más dilación, os dejo con el trailer y comentamos algunos puntos interesantes.


No quisiera extenderme demasiado cuando tendremos nuevo trailer en Abril, así  que me dedicaré a comentar simplemente lo que vemos, aunque realmente en mi cabeza hay ya muchas cuestiones rondando; pero estamos arrancando y tampoco me gustaría marear a quienes no han realizado un acercamiento a Superman más allá de su propia universalidad como icono.

Así que, en primer lugar, reseñar el que podría ser uno de los momentos más emotivos y épicos de la película, probablemente hacia el final de su primera mitad, y que es ya una imagen icónica. El primer vuelo de Superman ha puesto ya los pelos de punta a miles de personas, entre los que me incluyo.
A diferencia de "Superman Returns", en la que Routh ya volaba en la primera escena, todo parece indicar que en "Man of Steel" nos van a hacer esperar ese momento; es más, parece que nos van a hacer sufrir antes de que llegue, lo que sumará carga épica y dramática y puede provocar reacciones de frikismo extremo en las salas. No puedo esperar para ver ese momento.



¿Y por qué creo que nos harán sufrir? Muy sencillo. Todo se destila de las palabras de Martha y Jonathan Kent. En los primeros segundos del trailer, Martha consuela y tranquiliza a su hijo. No sabemos qué está pasando exactamente, pero podría fácilmente tratarse de un acontecimiento traumático para el joven Clark, lejos pues, de la candidez que en casi todas sus versiones habría predominado en su infancia. Jonathan por su parte, un personaje que en algunas versiones ha sobrevivido a la edad adulta de su hijo y en otras no (todo parece apuntar nuevamente a la segunda), le ruega que mantenga sus habilidades en secreto, convencido como dice el propio Superman al final del trailer de que el mundo no está preparado para él, incluso dejando de intervenir en situaciones al alcance de su poder, aunque eso suponga muertes que él podría evitar. Por muy raro que esto pueda parecer, esa es la actitud que podríamos presuponerle a cualquier padre en la misma situación en el mundo real, y un punto interesante a analizar.
Superman no es humano, es un alienígena, una presencia que no corresponde entre nosotros, algo desconocido, y todos sabemos cómo reacciona la especie humana ante lo desconocido: con miedo y violencia. No olvidemos que Jonathan no está hablando con Superman, está hablando con su hijo, un crío cuyos poderes apenas empiezan a manifestarse, a los que se puede presuponer un límite muy por debajo de su verdadero potencial y al que, seguramente, el mundo podría hacer daño con facilidad. Su llegada podría ser una casualidad, y sin su presencia, esas muertes se producirían irremediablemente. No es difícil imaginar a cualquier padre en la misma situación rogando a su hijo que no intervenga, o que sólo lo haga con absoluta certeza de no ser descubierto.
Y no le falta razón, ya que en otra escena podemos verle esposado y rodeado de soldados siendo ya Superman, tratado efectivamente como una amenaza para la humanidad, y no como un salvador. Es nuestra naturaleza, es realista; jodido, pero realista.

El segundo punto que me hace pensar en ese sufrimiento pre-Superman es el aspecto dejado de Cavill en las primeras escenas, con barba de varias semanas y ropas desaliñadas. Tal vez el momento detonante de la transformación sea la llegada de Zod, nuestro villano, y una de las elecciones con mejor pinta de esta producción. Para quienes no os diga nada, Zod ya aparecía en Superman I y II, un general kryptoniano encerrado por Jor-El y el consejo en la zona fantasma por sus crimenes contra el pueblo de Krypton.

El encargado de perpetrarlo va a ser Michael Shannon; la elección gusta en general, y yo no soy una excepción. Shannon tiene cara de cabrón y de loco, y puede ser un villano memorable. Incluso soy entusiasta al respecto. Recientemiente, podréis haberle visto en "Broadwalk Empire" o "Take Shelter".


Si el de detrás le viera la cara no se reiría tanto...

Lo que nos lleva al siguiente punto: no sólo va a haber sufrimiento pre-Superman. Una vez enfundado en el traje, podemos ver fugazmente los momentos previos a lo que se presume como un choque de quilotones entre los dos contendientes, y también  podemos ver a Superman atravesar un muro, y sangrar. Para que la épica funcione, el héroe tiene que ser vulnerable, tiene que poder morir, enfrentarse al miedo y perseverar. Y eso es lo que parece que podemos esperar. 
Si algo han aprendido los escritores contemporáneos de Batman es que lo que define al superhéroe no son sus poderes, ni sus palabras rimbombantes, ni sus colores brillantes, sino su voluntad. Lo que debe transmitir el nuevo Superman no es "Soy Superman, no puedes hacerme daño" sino "Soy Superman y YO NO ME RINDO"  (y esa es la dimensión que se le está dando paralela y acertadamente en el mundo del cómic en los últimos meses, así como cuando le vimos morir en los 90).

Y por todo eso espero que no se quiera comparar a Cavill con Reeve. Reeve, que en paz descanse, era maravilloso y majestuoso, un Superman inolvidable y querido por todos, y con una sonrisa que llenaba la pantalla. Un hombre con una fortaleza natural perfecta para vestir un traje que a cualquier otro le habría sentado carnavalero y ridículo, pero un Superman diferente a este: clásico, invulnerable, seductor. Cavill está aquí para sufrir, para que suframos con él, no para competir con un mito, porque eso es simplemente imposible.



Para acabar, dos últimos detalles; parece que ésta vez los kryptonianos no van a presentársenos como unos científicos frikis vistiendo batamantas en un mundo de cristales, sino como una raza guerrera. ¿Por qué si no iban a llevar armaduras de combate?


Gladia-Jor-El

Y ya para acabar, aunque de Adams no podemos decir mucho con este trailer, simplemente apuntar que será la segunda Lois Lane pelirroja (consecutiva) en la gran pantalla. Y en Smallville Lana Lang es morena... ¿Se habrán fusionado en algún momento ambas para no ponerle las cosas más difíciles a Superman?


Publico esta preview en respuesta a la petición de mi amigo Miguel, AKA elchivas, y si os interesa saber más del tema (aunque tengamos entre manos un trailer que no llega a 3 minutos) podéis ver su extensísimo aunque semi-improvisado vídeo-análisis en el siguiente enlace. El mío es algo más generalista y "para todos los públicos", pero habiendo hablado mucho del tema entre nosotros, veréis que coincidimos en muchos puntos. Bat-saludos a todos.




De friki a friki, los fans de Batman también tenemos corazón.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Batman en el cine (I): Batman (1989)

Nada mejor para arrancar que abordando uno de los temas alrededor de los que girará el blog, Batman y el cine, regresando a la primera película contemporánea sobre el Caballero Oscuro (que no la primera, ya que en el 66 la serie televisiva ya fue llevada a la gran pantalla).
Corría el año 1985 cuando Tim Burton aceptó la responsabilidad de llevar al cine la primera adaptación "seria" del personaje, viendo finalmente la luz en 1989, una adaptación con luces y sombras que intentaré repasar a continuación.


Pese a contar con la aprobación del "padre" del personaje, Bob Kane (aunque de este tema hablaremos largo y tendido en otra ocasión), los meses previos al estreno estuvieron marcados por la polémica y la controversia entre los fans. Tanto la elección del director, que venía de rodar "La gran aventura de Pee-Wee" y "Beetlejuice", como la del actor principal, fueron objeto de las críticas y la ira de los seguidores del personaje. Warner recibió más de 500.000 cartas de protesta cuando se supo que el elegido para encarnar a Bruce Wayne no era otro que Michael Keaton. Y no es de extrañar; un actor de poco más de 1'70, mucho más inclinado a la comedia que al drama, y con una incipiente alopecia no parece la mejor elección, y probablemente no lo era, pero de alguna manera, ambos lograron salir con dignidad del embite.


Y probablemente el principal motivo por el que el proyecto fue, objetivamente, más éxito que fracaso es todo lo que rodeó y protegió a esa elección. Empecemos pues, analizando los PROS.

Pese a reconocer no ser un fan de los cómics, y cometer algunos errores de bulto en el tratamiento del personaje, Burton, apoyado por Anton Furst y Peter Young en la dirección artística, sí que supo explotar al máximo todo su talento visual, ofreciéndonos algo totalmente nuevo y rompedor en aquella época.

Todo, absolutamente todo, tiene un aspecto inmejorable en pantalla, volando las mentes de miles de niños como yo o superando cualquier expectativa de un adulto. El traje, el batmóvil, el ala, la cueva, y la propia Gotham, parecen cobrar vida propia ante nuestros ojos y eclipsar todo lo demás. Un apartado visual que perdura en la retina y trasciende las limitaciones técnicas que se presuponen a una producción de aquella época. 


El batmóvil sigue viéndose impresionante casi 25 años después


El ala sobrevolando Gotham y el mítico momento en el que atraviesa las nubes para dibujar la batseñal recortando su figura contra la luna.


Con un traje así, ¿realmente importa quién haya debajo?

Gotham es una ciudad industrial, noir, y fea; según el propio equipo, "la ciudad más fea y triste que alguien se pueda imaginar", y aunque sea de cartón-piedra, luce muy bien en pantalla. Este punto es realmente importante, más de lo que se llega a mostrar en la película, ya que trae al caso una de las eternas preguntas que siempre han rodeado a Batman: ¿merece la pena tanto esfuerzo y sacrificio por salvar una ciudad corrupta y podrida en sus entrañas y que parece irremediablemente destinada a la condenación? Ahí reside uno de los principales valores del compromiso que con frecuencia se ha revisado sobre el papel, pero de manera muy superficial en el cine hasta la llegada de Nolan.

Por otro lado, Keaton tuvo la suerte de que le diera réplica uno de los grandes, un Jack Nicholson que lleva el peso interpretativo del film ante la poca presencia de su homónimo cuando no está vistiendo el traje. A día de hoy, el impresionante trabajo de Ledger en "El Caballero Oscuro" puede haber eclipsado ligeramente su recuerdo, pero durante muchos años el Joker de Nicholson ha sido referencia como villano cinematográfico.


"You can call me... Joker"

Por último, el tema principal compuesto por Danny Elfman es sencillamente magistral, quizá a cierta distancia de otros scores míticos como el Superman de Williams, pero absolutamente adecuado para el personaje, siendo reutilizado como uno de los principales ganchos de la serie animada de los 90




Creo que esos son los principales factores para que "Batman" recaudara más de 400 millones en taquilla y sea recordada con más cariño que odio. Pero analicemos ahora los contras, porque algunos de ellos pueden realmente saltarnos las costuras a más de uno. Si no has visto la película, quizás es mejor que dejes de leer en este punto, ya que haré algún spoiler. Estáis avisados, aunque hablemos de una película con más de 20 años encima.

El argumento: Ligeramente inspirada en "La broma asesina" de Alan Moore, la historia narra el supuesto origen del Joker cuando John Napier cae por accidente en un contenedor de productos químicos en una intervención de Batman. Hasta ahí, todo más o menos normal, ya que como decimos, se asemeja bastante al jueguecito que en su día nos planteó Moore, el único cómic que había leído Tim Burton. Lo imperdonable llega cuando se nos revela que el propio Napier fue el asesino de los padres de Bruce. De no haberla visto con 9 años mal contados, me imagino a mí mismo retorciéndome en la butaca del cine hasta el punto de la úlcera sangrante. Primera patada en los innombrables. Lo de "¿Alguna vez has bailado con el diablo bajo la luz de la luna?" puede parecerle un giro dramático de calidad a quien Batman no le importe un carajo, pero uno tiene que tener un poco de cuidado y cariño cuando tiene entre manos un icono con más de 50 años y millones de seguidores en todo el mundo.


"Dime dónde está el guionista, ¡¡¡ahora!!!"

Burton recibió bastantes críticas por parecer más interesado en el Joker que en Batman, y aunque se supone que pretendía mostrar una dualidad absoluta y equilibrada entre ambos, yo no podría estar más de acuerdo con la afirmación. Nunca se nos presenta el origen real de Batman, sólo la "semilla", el momento a día de hoy cien veces visto de la muerte de sus padres. Nunca se nos muestran sus motivaciones, simplemente es Batman, y no nos ofrece ninguna otra dimensión del personaje. Además, a la primera falda que se cruza en su camino, a tomar por culo la identidad secreta. Si bien es cierto que sobre el papel la vida amorosa del caballero oscuro ha sido más intensa y agitada de lo que uno podría pensar a priori, lo cierto es que nunca recientemente le hemos visto perder los papeles de semejante manera respecto a su identidad (aunque también hay que decir que durante mucho tiempo sí fue así, de ahí las bromas de Supercafe entre Batman y prácticamente cualquier fémina).
Pese a todo, el director decidió repetir y ampliar esta fórmula "villano-céntrica" en su ya no tan bien recordada (al menos por mi parte) "Batman Returns".

La historia es poco trascendente, la narración demasiado atropellada, y pese a que en su día algunos críticos la calificaron como "demasiado oscura", ha envejecido resultando ser todo lo contrario, tirando a infantil y muy poco profunda en el tratamiento psicológico de los personajes y sus relaciones. Si antes decíamos que su apartado visual ha envejecido con absoluta dignidad, no podemos decir lo mismo del resto; debajo de su cuidadísimo envoltorio, "Batman" es, a día de hoy, un producto menor.

Además, resulta que Batman mata, y no contento eso, lo hace con una naturalidad pasmosa, sin vacilar, incluso sin necesidad, estando por ejemplo parapetado dentro del flamante batmóvil a prueba de balas (porque si no a mi que me expliquen quién y cómo podría sobrevivir a las explosiones que provoca en la fabrica de Smilex).

El último contra está estrechamente relacionado con uno de los pros. Si antes hablábamos de la excelencia del trabajo de Elfman, Prince se encarga de echar buena parte de ese trabajo por tierra a la hora de evaluar la banda sonora en su conjunto. Puede que el de Minneapolis fuera uno de los artistas más completos e influyentes de la época, pero la inclusión de sus temas en una cinta visualmente tan gótica resulta trasnochada y ridícula, incluso más con el paso de los años. Batdance es probablemente uno de los mayores despropósitos musicales en el cine de las últimas décadas. Y que no se me enfaden los fans de Prince, simplemente es que a Batman no le pega ni con un cubo de super glue.

Y ya para acabar con esta primera entrada del blog, os dejo algunas curiosidades interesantes.

Si la elección de Keaton os parece rara, deberíais saber que (el gran) Bill Murray fue uno de los considerados para el papel. Un actorazo capaz de reírse de sí mismo y de cualquiera, pero... ¿¿¿Batman????


"Who you gonna call?"

Inicialmente se iba a incluir una escena en la que el comisario Gordon asistía al joven Bruce tras la muerte de sus padres ¿Os suena de algo?


"Tranquilo hijo, yo soy mucho más molón que el Gordon de Burton"

Burton estuvo a punto de dirigir otra adaptación en los años 90, en este caso de Superman, "Superman lives", llegando a cobrar por el proyecto, y eligiendo para su papel protagonista a... Nicholas Cage, del que llegó a decir que sería la primera vez que creyéramos que Clark Kent y Superman fueran personas diferentes. Quizá lo que quiso decir es que sería la primera vez que nadie se creería que Clark Kent pudiera ser Superman, ni que el propio Superman pudiera serlo... Por suerte, el proyecto nunca vería la luz y aún hay esperanza para Superman en el cine. Pero de eso, hablaremos otro día. 
A los que hayáis llegado hasta aquí, gracias por leerme; bat-saludos para todos.


Señoras que... se visten de Superman