martes, 26 de marzo de 2013

Los más malotes de la tele

Si bien el cine puede y suele manejarse en diferentes formas narrativas que no dependen tanto del antagonismo, y que incluso se pueden desarrollar mejor a partir de la ambigüedad, para la prolongada fórmula televisiva es prácticamente imprescindible contar con villanos de los que nos mantienen semana tras semana delante de la pantalla. No soy hombre de grandes tópicos, y es obvio que existen series que también dotan de una notable maleabilidad a sus "héroes", generalmente más planos, pero mientras a casi nadie le gusta verlos equivocarse y fracasar con regularidad, a todos nos resulta natural ver a los villanos haciendo lo suyo.
Somos seres o altamente ocupados, o excesivamente "perros", y no siempre estamos dispuestos a someternos a un esfuerzo intelectual y emocional sostenido; ahí reside el efecto catártico del villano televisivo, un objetivo fácil sobre el que descargar nuestros odios y frustraciones cotidianas. Lo que podríamos llamar una cara "hostiable", o un saco de arena emocional donde proyectar al jefe, al conductor anónimo que casi nos vuelve locos, al compañero que no hizo honor a su calificativo, o ese examen diseñado para convertir nuestra existencia en un infierno.
Capítulo aparte merecen las redenciones, que también cumplen su función liberadora, la de minimizar nuestros errores y arrepentimientos; si esos personajes tan malísimos con un historial tan despreciable pueden merecer redención, las cagadas de nuestra vida diaria pueden perder importancia al menos durante un rato a la semana. Todo esto a pequeña escala, como el tamaño de la pantalla a través de la que nos administramos esta terapia regular tan sencilla como efectiva.

Repasaré hoy algunos de los villanos más reseñables en mi humilde y oscura opinión. Aunque los voy a numerar, no seguiré ningún orden particular, os dejo a cada uno decidir cuales son vuestros favoritos. Ah, y lo dejo en mayúsculas para que nadie me corra a gorrazos: ALERTA DE SPOILERS. No llegaré a las entrañas, pero algo tengo que decir, que a fin de cuentas ese es el objetivo del blog. Ahí vamos.

1. Arthur Mitchell, the Trinity Killer (Dexter)


Pese a una tercera temporada irregular, "Dexter" cerró el ejercicio con récord de audiencias para la cadena. No parecía un problema que el personaje se fuera alejando paulatinamente de las novelas de Jeff Lindsay, pero sí daba la sensación de que nunca volveríamos a experimentar las sensaciones creadas por el duelo de asesinos y los giros argumentales que nos dejó la primera. Nada más lejos de la realidad, porque en la cuarta llegó el que para muchos fue el enemigo definitivo del asesino en serie favorito de América. Muchos pensaron que John Lithgow, al que se recordaba principalmente como el simpático marciano de "3rd Rock from the sun", podía no dar la talla para semejante empresa. Nuevamente equivocados; las cotas de tensión a las que se llegó con episodios como "Hello, Dexter Morgan" dejaron las cifras de la temporada anterior en una anécdota, prácticamente duplicándolas, y por un buen motivo. Trinity roba para sí mismo la temporada, y cuando por fin creemos que todo se ha acabado y ya no puede dar más de sí, nos golpea a traición con su legado en uno de los season finale más memorables que puedo recordar.

2. Theodore "T-Bag" Bagwell


Aunque en un primer vistazo Belick podía parecer el personaje asqueroso a seguir, bastan unos pocos episodios para que T-Bag emerja y se haga con ese rol para no volver a dejarlo. El tío lo tiene todo: psicópata, violador, asesino, pedófilo, xenófobo y mentiroso. Y no es que lo sea, es que además lo parece. Su imagen evoca depravación; solo verle sacar el bolsillo o hacer esos extraños gestos con la lengua podía sacar de quicio al más zen de los seguidores de la serie. Pese a su turbulento pasado, la mayoría de sus actos son imperdonables, y aunque entre tanto bandazo y huelga de guionistas en algún momento parece haber señales de redención y hasta cierta pérdida de status, el "bueno" de Theodore acaba donde siempre perteneció, exactamente en el mismo lugar donde todo empezó.

3. Benjamin Linus (Lost)


Si de algo nunca cojeó esta serie, además de chorrocientos misterios que acabaron convertidos en relleno, fue de escasez de personajes turbios. Locke poseído por el hermano de Jacob, Charles Widmore (padre de Penny), Anthony Cooper (padre biológico de Locke)...
Pero de entre todos ellos destacaré a este villano de manual. Muchos jóvenes creen que si buscas maestro manipulador en el diccionario te aparece la cara de este señor. Hombre pequeño de ambición descomunal, con cierto tufillo a sociópata y a complejo de inferioridad encubierto, capaz de sacrificar a su propia sangre en pos de sus objetivos. Objetivos que muchas veces ni entiende, pero que no duda en situar por encima de cualquier otra circunstancia en su obsesión por liderar una utopía que se le escapó de las manos incluso antes de empezar. Linus encarna el perfil del dictador incluso en un mundo sin intereses solo por imponer su necesidad de liderazgo a la naturaleza gregaria de las mayorías. Primer redimido de la lista, por cierto.

4. Diana (V)


Icono de los 80, leyenda de la ciencia-ficción, y de una belleza casi tan fría como su corazón, si es que alguna vez lo tuvo. Esta lagarta es por derecho propio una de las villanas más célebres y celebradas de la historia de la televisión, hasta el punto de ser recordada como la líder de esta invasión extraterrestre de culto cuando, en realidad, se nos presentó como la segunda en la línea de mando ¿Alguien recuerda a su líder? Yo tampoco.

5. Sylar (Heroes)


Y no le llamo Gabriel Gray porque molaba mucho más cuando era simplemente Sylar; "Heroes" solamente funcionó mientras lo hizo el propio Sylar. En su afán por hacer algo nuevo con los personajes, los guionistas  acabaron convirtiendo el enfrentamiento entre el desastroso Peter Petrelli y sus compañeros contra el relojero loco en una farsa, echando por tierra todo lo que parecía apuntar el planteamiento inicial de la serie. Tal fue su influjo por encima de todos los héroes (a excepción quizá de Hiro Nakamura) que, en un nuevo error, los guionistas creyeron que la solución a la crisis de audencia pasaba por recuperar al personaje en primera línea (buena idea) y empezar a hacer cosas raras con él (mala idea). Un villano literalmente capaz de matar a su propia madre que acabó pareciendo casi tan tonto como su primer antagonista al cambiar de bando. Una lástima.

6. Cersei Lannister (Game of Thrones)


Resulta curioso ver a la íntegra reina espartana de "300" convertida en otra reina, carente en este caso de cualquier brújula moral. Incestuosa y conspiradora, esposa de un cínico y madre de un pequeño sádico, esta fría mujer hace todo lo necesario para imponer su voluntad al mismo tiempo que se las apaña para que los hombres a su alrededor, que no son pocos, sigan creyendo que el mundo les pertenece.

7. The Governor (The Walking Dead)


Hay que concederle el mérito de ser el tío que más mal rollo da en un mundo plagado de zombies, por más que en todo este tipo de historias siempre acaben siendo un pretexto para hablar de los personajes. Quienes no estuvieran familiarizados con el cómic pudieron creer que la muerte de Shane privaba a la serie de un villano principal, y la verdad es que así fue durante algún tiempo. Una temporada; una y no más.
Asesino y manipulador desde el minuto uno, aunque no exento de ciertas motivaciones, lo veremos consumirse mentalmente en su obsesión, primero por poder, y más tarde por control y venganza. 
En su defensa hay que decir que, si bien el Governor del cómic es mucho más despreciable, no creo que sea algo achacable a la interpretación o a la construcción del personaje, sino a una decisión (un tanto cagona) de los responsables de la cadena. Su presencia es inquietante y creíble, y aunque su jueguecito de manipulación se va desmoronando a partir de ciertos acontecimientos, no ocurre lo mismo con su presencia, que va in crescendo. 
En el cómic también le veremos perder algo más que un ojo, y llegar mucho más allá que en la serie, así que si queréis un villano hardcore de verdad y no os preocupan las posibles influencias en la serie, no dejéis de echarle un ojo (nota del traductor: nótese el lamentable juego de palabras).

8. Russell Eddington (True Blood)


Cuando hasta los vampiros más malotes como Eric Northman parecen sucumbir a los encantos de una camarera absolutamente tontuna hasta acabar convertidos en una caricatura (la cuarta temporada es básicamente la versión feromónica de "A propósito de Henry", llamémosla "A propósito de Eric"...), nada mejor que un antiguo y amanerado vampiro para recuperar el sentido del miedo. Amanerado únicamente en las formas, porque Eddington resulta ser, además del vampiro más poderoso, el más sádico, amoral y loco de todos ellos, alcanzando su clímax como villano en la escena de la foto.

9. Walternate (Fringe)


En realidad Walternate por sí mismo no sería uno de los mejores villanos; de hecho, a duras penas lo es. El pobre tiene todos los motivos, y si bien es fácil desarrollar una rápida antipatía hacia él, sus acciones vienen casi siempre motivadas por salvar el único mundo que conoce de la mejor manera que sabe. El papel del típico villano lo cumpliría por ejemplo David Robert Jones (como curiosidad, nombre real de David Bowie, hay varios guiños parecidos en la serie). 
Lo realmente destacable en este caso es la dualidad Walter/Walternate. Es la empatía que genera Walter la que retroalimenta la antipatía que produce Walternate. Donde no llegaría el talento interpretativo de sus compañeros de reparto ni en un millón de años, ahí llega John Noble para comerse la serie. De no ser por él, todo el montaje de los universos paralelos se vendría abajo, con personajes que son básicamente los mismos de uno y otro lado si obviamos detalles tan bochornosos como una peluca.

10. Nina Myers (24)


La responsable de convertir a Jack Bauer en un personaje con un pie al límite y el otro más allá. Su pasada relación con ella casi destruye su matrimonio, un juego de niños en comparación con cómo lo acaba destruyendo definitivamente. Una mujer tan fría y segura de sí misma, que pese a sus años encubierta conociendo a Jack, no duda en traicionarle y convertirse en su némesis llegado el momento. Al menos hay que reconocerle que tiene unas gónadas del tamaño de Nueva Zelanda, porque si hay dos personas con las que no se debe jugar en este mundo, esos son Chuck Norris y Jack Bauer, y solo uno de ellos protagoniza "24".

Podría alargar la lista hasta 20 o 30, pero realmente me interesa que ahora que vamos siendo más, especialmente en facebook, podáis participar más activamente en el sitio y no abrumaros con mi prosa. Aunque muchos no acabéis de lanzaros, no me cansaré de invitaros a opinar y proponer con vuestros comentarios, a los que siempre responderé con mucho gusto, tanto si son para coincidir o aportar como si son para discrepar. En cualquier caso, gracias por leerme ¡Saludos a tod@s!

jueves, 21 de marzo de 2013

De marionetas y otras bestias: Labyrinth (1986)

Hubo una época en que bastaba una metáfora sencilla, una buena dosis de imaginación, y un montón de marionetas para hacer cine. Cine familiar que trascendiera sus propias limitaciones para acabar convertido en referencia popular pese a las reticencias de la ensimismada crítica de la época. Cine que reivindicaba el derecho de los niños a pensar a la vez que ver reflejadas sus fantasías en una pantalla, su derecho a verlas a través de sus ojos de la misma manera que a través de su propia imaginación, sin necesidad de grandes artificios ni justificaciones. Pero cine con mayúsculas, y por qué no, con la particular continuidad de esas fantasías infantiles, a medio camino entre la realidad, el sueño, y la pesadilla.
Un cine que tuvo la mala suerte de coexistir con una sociedad un tanto cínica y desencantada, pero que por suerte para los niños pareció llegar, paradójicamente, en el momento justo. Casi una tabla de salvación para algunas de las primeras generaciones en tener que lidiar con el síndrome, ya no de padre ausente, sino de padres ausentes (bien por trabajo, bien por los primeros síntomas de lo que hoy llaman "divorce boom" como si fuera algo nuevo).
Un cine que duró demasiado poco, y que sin embargo ha envejecido mucho mejor de lo que fue considerado, dejándonos una terna imprescindible para mi generación y sus adyacentes, a saber: "The Dark Crystal" ("Cristal Oscuro", 1982), "The Neverending Story" ("La historia interminable", 1984) y la que hoy nos ocupa, "Labyrinth" ("Dentro del laberinto", 1986).


Es probablemente la que mejor refleja ese espíritu, y también la que aúna más talento. El de los "masters of puppets" Jim Henson y Frank Oz, o el de uno de los compositores más polivalentes e infravalorados de la historia como Trevor Jones (que ya formaron equipo en "The Dark Crystal", aunque en esta ocasión Oz no co-dirige) a los que se sumó la visión priviliegiada en lo que a mundos de fantasía se refiere de George Lucas en la producción ejecutiva. Eso detrás de las cámaras. Delante nos encontramos a una jovencísima pero brillante Jennifer Connelly y un entregado David Bowie, acompañados a la perfección por el extenso y cuidado elenco de marionetas que habitan el laberinto.

Como dije, no es necesaria una gran metáfora, y pese a todo, resulta curioso leer en todas las críticas de la época aquello de "de niña a mujer". Evidentemente la transición es el motor de la película, pero no sé si espoleados por los versos de Julio Iglesias o si por tener una mirada demasiado sucia en escenas como la del baile, se quedaron en una lectura superficial por demasiado profunda. Me explico.
Puede que todos los niños se quedaran embobados con Sarah, puede que todas las niñas se enamoraran de Jareth (pese a ser el jodido Rey de los Goblins), pero el despertar sexual se nos presenta con mucha sutileza, a veces de manera pueril y a veces turbulenta. El espectador talludito y el pretencioso pueden hacer las lecturas freudianas de la figura de Jareth que quieran; que sí, que aunque intenta mantener a Sarah en un mundo de inocencia ofreciéndole todo aquello que ella misma se resiste a cambiar, parece profesar al mismo tiempo pensamientos muy poco puros hacia ella. Pero lo cierto es que, lecturas de adultos aparte, ese nunca fue el mensaje principal de la cinta.

El mensaje principal, que muchos no supieron o no quisieron ver en ese viaje onírico a través del laberinto y la escalera de Escher hacia la madurez, se esconde casi al final en las palabras de Sarah al despedirse de sus amigos (personificación de muchos de los objetos físicos ligados a su mundo infantil): en algún momento, sin ningún motivo especial, les volverá a necesitar. No es un adiós definitivo, no es el proceso de maduración entendido a la antigua como la negación de la imaginación y todo lo que nos hacía niños. Un mensaje sencillo, pero no tanto, y presentado a veces de una manera tan concreta que casi es necesario mirar con ojos de niñ@ para apreciarlo, quedando grabado como libro de ruta en la memoria emocional de muchos de nosotros.
El laberinto, como la vida, no es justo, no está bajo nuestro control; unas veces no podremos entender sus reglas, otras conseguiremos salir adelante por convicción o por pura suerte. Recorriéndolo, encontraremos amigos, y también a quienes se quieran aprovechar de nosotros, aunque si miramos bien, hasta podremos ver una parte de nosotros mismos en cada uno de ellos. Pero cuando se acerque la hora y nos tengamos que enfrentar a nuestro Rey de los Goblins, a las consecuencias de nuestros caprichos y nuestros actos, igual que Sarah, deberemos encontrar nuestra propia voluntad y nuestro propio reino, porque pese a "los increíbles peligros e innumerables fatigas", nada ni nadie tiene poder sobre nosotros.

Uno de los aspectos más criticados en su día por algunos fue la actuación de Bowie. Más allá de algún inoportuno patinazo de vestuario, el británico pone todo su carisma, su capacidad  y su talento musical al servicio de la cinta, y creo que recibió muchos ataques gratuitos. Quienes le encontraron demasiado sobreactuado deberían compararlo con algunos de los papeles más célebres de Johnny Depp, y no solo a las órdenes de Tim Burton (en cierto modo heredero de ese tipo de cine). Estuvo divertido en "Magic Dance", sexy en "As the world falls down", y con un puntito inquietante en "Within you". Otra cosa es que los números musicales no te vayan demasiado, pero achacarlo a Bowie... no señor. Creo que entendió a la perfección lo que se esperaba de él, y eso fue lo que dio. Jareth, como elemento de un mundo imaginario, no debe presentar un comportamiento convencional, ni siquiera tiene que ser coherente, y desde luego, se puede permitir aparecer sobreactuado, porque así es el personaje, no porque sea un error en su interpretación. Un complemento perfecto al precoz talento de Connelly, un dúo para recordar.

"Míreme usted a la carita". El archifamoso patinazo de vestuario.
Cerramos con las curiosidades:

-Además de Bowie, se barajó a Michael Jackson (seguramente fuera de presupuesto) o Sting (seguramente fuera de lugar) para el papel de Jareth, aunque se dice que fue escrito para Mick Jagger y que fue éste quien propuso a Bowie tras rechazarlo.

-Cuidado con decir aquello de "el libro es mucho mejor", ya que en este caso se escribió a partir del guión de la película y no a la inversa.

-Los japoneses se atrevieron con una secuela Manga llamada "Jim Henson's Return to Labyrinth", aunque el amigo Henson seguramente solo puso la mano para cobrar, así que probablemente sea una m... En fin, únicamente para los más aventurados.

Esto es todo lo que ha dado de sí mi particular experiencia con el laberinto, pero por supuesto estáis invitados dejar comentarios con la vuestra, sea parecida o no vuestra mirada.
¡Saludos a tod@s!

martes, 19 de marzo de 2013

Porque padre tampoco hay más que uno

Hola a tod@s, como sabéis, y si no lo sabéis ya hacéis tarde, hoy ha sido el día del padre, así que aprovechando la ocasión y que el borrador de mi última crítica ha desparecido en el oceáno digital por obra y gracia de la tecnología, os voy a dejar una lista para la ocasión.
El cine se ha aproximado con frecuencia a la figura paterna como eje narrativo o elemento influyente en algunas de sus tramas. Dejando de lado a los padres más malrolleros, haré una recopilación de títulos que hablan, de una u otra manera, de padres; padres entregados, ausentes, soñadores, pragmáticos, inspiradores, arrepentidos, redimidos, conciliadores, protectores, exigentes, desesperados o luchadores. En definitiva, todo aquel cuya condición de figura paterna (no necesariamente consanguínea) ocupe un rol protagonista o cuanto menos influyente en las vidas, decisiones, o la manera de relacionarse de sus personajes. Solo haré comentarios en algunas, pero no dudéis en comentar si tenéis cualquier duda. Se trata de una lista "documental", sin ánimo de enjuiciar la mayoría de los títulos, así que los hay para todos los gustos y colores.

Aunque como sabéis no soy partidario de las traducciones, usaré el título utilizado en España para poder seguir el orden alfabético del listado que tengo preparado en "chorrocientas" pestañas. Arrancamos:

Adivina quien viene esta noche (Guess who's coming to dinner, 1967) - Un padre enfrentado al dilema de la relación interracial de su hija, poniendo a prueba sus hasta entonces sólidas ideas liberales.
Antes y después (1996) - Liam Neeson no sólo se dedica a rescatar hijas a mamporro y a tiro limpio, en su día tuvo que lidiar junto a Meryl Streep con una acusación de asesinato sobre su hijo sin saber con certeza de su inocencia o culpabilidad.
Armaggedon (1998)
Atrápame si puedes (2002)
Batman Begins (2005) - Sí, Batman Begins. Si alguien tiene dudas acerca de la influencia de la figura paterna sobre Bruce Wayne, le envío tesina de 500 páginas por mail.
Big Fish (2003)
Biutiful (2010) - Pese a su título, bastante malrollera si buscáis una elección para esta noche.
Buscando a Nemo (2003)
Campeón (1979) - Como veréis, paternidad y boxeo parecen ser un tema recurrente.
Cinderella Man (2005) - Lo dicho, paternidad y boxeo.
Comer, beber, amar (1994) - Ang Lee retrata las vicisitudes de un hombre viudo lidiando con tres hijas "rebeldes" (prisma oriental, nada que ver con Paris Hilton).
Comando (1985) - Héroe de acción + Hij@ secuestrad@ (I) Chuache Edition.
Desaparecido (Missing, 1982) 
El Camino a casa (1999)
El Chico (The kid, 1921) - Dos palabras: Charles Chaplin. No confundir con Bruce Willis y su rollizo mini-yo.
El fin es mi principio (2010) - Bruno Ganz no solo lo parte haciendo de Hitler. Buena alternativa a Big Fish para los alérgicos a Burton.
El hombre del traje gris (The Man in the Gray Flannel Suit 1956) - Uno de los primeros ejemplos cinematográficos de las consecuencias de una paternidad inesperada como fruto de una relación pasajera durante la guerra.
El hombre que sabía demasiado (1956)
El Imperio contraataca + El retorno del Jedi (1980-1983)
El ladrón de bicicletas (1948) - La ley de Murphy en su máxima expresión. Imprescindible.
El mago de la NBA (The Pistol, 1991) - Peliculilla de mi infancia que relata cómo el apoyo incondicional de su padre hizo de Pete "Pistol" Maravich uno de los mejores jugadores de raza blanca de toda la historia.
El ocaso del samurai (2002)
El padrino (1972)
El patriota (2000)
El rey león (1994)
El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007) - Sí, ya sé que es un remake, pero no lo puedo evitar, soy muy de Christian Bale.
En busca de la felicidad (2006)
En el nombre del padre (1993)
En el valle de Elah (2007)
Evelyn (2002) - AKA, "Punky Brewster, la película" cambiando a Henry Drumond por Pierce Brosnan.
Frequency (2000) - Inusualmente sentimental thriller de ciencia ficción que ronda el ser considerada como cinta de culto
Full Monty (1997)
Gangs of New York (2002)
Hotel Rwanda (2004)
Indiana Jones y la última cruzada (1989)
John Q (2002) - Porque no todo se reduce a matar terroristas para salvar la vida de tu hijo, en este caso será el propio Denzel Washington el que cruce la línea de la legalidad.
Kramer contra Kramer (1979) - Buen retrato de la paternidad en solitario en una época en la que predominaban otros tópicos, que le valió a Dustin Hoffman su primer Oscar.
La habitación del hijo (2001)
La Jungla 4.0 (2007) - Héroe de acción+ Hij@ secuestrad@ (II) John McLane Edition
La vida es bella (1997)
Las llaves de casa (2004) - Película poco conocida pero profundamente humana, un viaje hacia el conocimiento mutuo entre un padre y un hijo discapacitados que nunca antes habían ocupado esos roles para el otro.
Las uvas de la ira (1940)
Los próximos tres días (2010)
Luna de papel (1973) - Curiosamente protagonizada por padre e hija en la vida real, Ryan O'Neal y su hija Tatum.
Martin (Hache) (1997) - Sin ánimo de spoilear, también un tanto malrollera para hoy. Hasta ahí puedo leer.
Matar a un ruiseñor (1962) - Atticus Finch alcanzó semejantes cotas como personaje de ficción que incluso se le ha calificado de héroe americano. 
Mi padre (Dad, 1989)
Mi padre (Romulus, my father. 2007) "Precauuuusioooooon, amigo traductooooor..."
Mil años de oración (2007)
Muerte de un viajante (1985)
Origen (2010)
Pa negre (2010)
Pinocho (1993)
Principiantes (Beginners 2010) - Poco convencional y nada tópica comedia en la que será el hijo el que deba asumir la noticia de la homosexualidad de su padre.
Rescate (1996) - Héroe de acción + Hij@ secuestrad@ (III) Tito Mel Edition.
Saw II (2005)
Sra. Doubtfire (1993)
Sin retorno (2010)
Superman II (1980)
Solo ellos (2009)
The Host (2006)
The way (2010) - Otro caso de padre e hijo reales, con Martin Sheen y Emilio Estévez.
Todo lo que tú quieras (2010)
Un lugar en el mundo (1992)
Un lugar para soñar (We bought a Zoo, 2011)
Una historia de violencia (2005)
Venganza (Taken, 2008) - Héore de acción + Hij@ secuestrad@ (IV) Liamneesonesdios Edition (con secuela incluída)
Yo soy Sam (2001)

Llama la atención que repiten varios nombres: Mel Gibson, Bruce Willis, Marlon Brando, Dustin Hoffman, Federico Luppi... y cómo no, Liam Neeson



¡Felicidades a los papás, y saludos a tod@s!

jueves, 14 de marzo de 2013

The Dark Critic vs. Las traducciones de títulos

Una de las cosas que lleva bastante tiempo retorciéndome las entrañas es la obsesión por "traducir" todos los títulos de las películas. Y entrecomillo porque en la mayoría de los casos ni siquiera se trata de una casi inofensiva (vayamos por partes) traducción literal, sino que fruto de la imaginación de algún personaje que seguramente hasta cobre por ello, la supuesta traducción se convierte en un atropello.
Si bien puede ser cierto que en conjunto no somos una sociedad con un buen nivel de idiomas, ni siquiera eso es excusa entrados en una época en la que hasta los rollos de papel higiénico tienen conexión a internet, y tenemos aplicaciones en el móvil hasta para calcular la velocidad de crecimiento del vello de la nariz.

El título es una de las primeras partes visibles de cualquier creación, independientemente de su calidad, y ya va siendo hora de que los creadores se cierren en banda y presionen a los responsables de la industria para cambiar esta desfasada estrategia antes de que hagan todavía más daño.
Así pues, repasemos cuales son algunos de los mayores despropósitos en ese aspecto, para haceros partícipes a todos de mi profundo malestar.

Hay varias tendencias en este macabro juego. La primera de ellas, pasarse por el forro cualquier parecido con el original, sustituyéndolo además por un título bastante vergonzante. Veamos algunos ejemplos.

"Some like it hot" - "Con faldas y a lo loco". Más bien traduciendo a lo loco.
"Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying and love the bomb" - "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" El surrealismo del título no justifica que su traducción parezca una entradilla del gran Gila (DEP).
"Eternal sunshine of a spotless mind" - "¡Olvídate de mí!" Total, si sale Jim Carrey no debe ser tan seria...
"Ice Princess" - "Soñando, soñando, triunfé patinando" Era extremadamente difícil, pero la traducción es aún peor que la película.
"Death becomes her" - "La muerte os sienta tan bien" Me ahorraré el comentario sobre a quién sentaría mejor...
"Weekend at Barney's" - "Este muerto está muy vivo" A mi comentario anterior me remito.
"Baby's day out" - "El peque se va de marcha" Esperemos que no sea con estos traductores
"Serial Mom" - "Los asesinatos de mamá" Poner la palabra asesinato en un título que parezca infantil, no tiene precio.
"Mr. Smith goes to Washington" - "Caballero sin espada" Éste, además de traductor era un poeta.
"Die Hard" - "La jungla de cristal" En este caso lo más vergonzoso llega cuando les da por hacer juegos de palabras con las secuelas; así "Live free or Die Hard" se convirtió en "La Jungla 4.0" (pese a que nunca hubo 3, que fue "Jungla de cristal: La venganza") y "A good day to Die Hard" en "La Jungla: Un buen día para morir", para completar el círculo y convertir la bendita ocurrencia de la jungla en un molesto apéndice en el... título.
Lo mismo se aplica a traducir "Meet the Parents" como "Los padres de ella". Todo parece ir bien hasta que aparecen "Meet the Fockers" y "Little Fockers" y toda la gracia del juego de palabras se queda en algo tan simplón como "Los padres de él" y "Ahora los padres son ellos".
"The Pacifier" - "Un canguro superduro" Sí, como la cabeza de alguno. Claro ejemplo de por qué no traducir nunca, ya que no es lo mismo "The Peacemaker" ("El pacificador" 1997)  que "The Pacifier"...
"Trading Places" - "Entre pillos anda el juego" Donde  seguro que no anda es entre traductores.
"Evil Dead 2" - "Terroríficamente muertos" Uno no sabe si va a ver una peli de Sam Raimi o una comedia ligera. Y yo me pregunto, si tradujeron (igualmente mal)"Evil Dead" como "Posesión infernal", ¿Cual era el gran problema de añadir un 2?
"After hours" - "Jo ¡que noche!" O cómo hacer que una película de Scorsese parezca un musical de Lina Morgan.
"Harold & Kumar go to white castle" - "Dos colgaos muy fumaos" No son los únicos...
"Up the Creek" - "Los albóndigas en remojo" ¿Los albóndigas? ¿¿¿WTF???

La segunda tendencia consiste en pasarse igualmente el original por el forro, pero que al menos la traducción no produzca vergüenza ajena. En algunos casos intentan ser descriptivas, por si no hubiéramos visto el trailer antes de tomar una decisión. En otros, siguen la genial fórmula de telefilm de nombre + adjetivo que tanto daño ha hecho a varias generaciones.

Caso 1:
"First Blood" - "Acorralado"
"Daylight" - "Pánico en el túnel"
"Duel" - "El diablo sobre ruedas" 
"The Shawshank redemption" - "Cadena perpetua"
"Olympus has fallen" - "Objetivo: La Casa Blanca"

Caso 2:

"Child's play" - "Muñeco diabólico"
"The resident" - "La víctima perfecta"
"The long kiss goodnight" - "Memoria letal"
"Into the blue" - "Inmersión letal"
"Darktide" - "Marea Letal"
"Witness" - "Único testigo" (el orden de los factores no altera el producto)

La tercera tendencia entre nuestros amigos traductores consiste en la adición de un innecesario subtítulo en castellano al título original. Curiosamente, los dos ejemplos más claros empiezan por "Brain", algo de lo que muchos no hacen gala.

"Brainscan" - "Brainscan: Juego Mortal"
"Braindead" - "Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro"

La última tendencia, bien conocida por todos, es la inexplicablemente longeva manía de traducir prácticamente cualquier película en la que aparezca Leslie Nielsen como " X como puedas". Desde luego, al menos hay que reconocerles el mérito de llevar la costumbre desde 1980, cuando "Airplane!" (parodia de la saga "Airport") se tradujo como "Aterriza como puedas" hasta 2001, con la traducción de "Chilly Dogs" por "Esquía como puedas" pasando por las agárralo, espía, acampa, asegúrate, despega... Incluso dando el salto a películas en las que ni siquiera aparece Leslie Nielsen, como "Free Money" - "Asalta como puedas".

En cuanto al protagonista de nuestro blog, el amigo Bats presenta también un curioso historial en lo que a traducciones se refiere. Obviamente "Batman" no necesitaba traducción alguna, pero sí lo hicieron con su secuela; "Batman Returns" pasó a ser "Batman vuelve". Pese a ello, la siguiente, "Batman Forever", sí que mantuvo su título original pese a tener la misma estructura. Supongo que se debe a algo tan trascendente como que returns se podía traducir en una sola palabra, mientras que forever no. Brillante.
En cuanto a la trilogía de Nolan se produjo un caso especialmente sangrante. Mientras que "Batman Begins" afortunadamente no tuvo que pasar por las manos de un traductor despiadado, con "The Dark Knight" alguien debió pensar, "bah, ésta es fácil", así que más feliz que una perdiz le cascó en letras bien grandes "El caballero oscuro". No es solo que el título de la primera esté en perfecto inglés, sino que luego llega un título tan épico como"The Dark Knight Rises" y tenemos que tragarnos una traducción tan chapucera como "El caballero oscuro: La leyenda renace", mezclando en un sólo título varias de las formas que hemos repasado. Sólo les faltó añadir "como puedas"

Moraleja: Puedo entender que alguien que no habla inglés no se quiera pasar la película leyendo y mutilar la parte visual por no sacrificar la auditiva, pero nunca entenderé ni justificaré semejante sinfín de destrozos en los títulos. Por favor, no más...

No he querido extenderme, pero podéis dejar comentarios con vuestros casos favoritos !Saludos a tod@s!

martes, 5 de marzo de 2013

Cine y videojuegos (II): Adaptaciones decentes, detalles excepcionales y más.

Sin más prolegómenos ni más esperas, retomamos el tema para hablar, en primer lugar, de lo que yo llamo películas con PERO. Objetivamente no puedo calificar a casi ninguna como producto de calidad, PERO por algún motivo han cuajado aunque sea como producto de mercado, o se han aproximado a la excelencia en algún punto que considero importante. Vamos allá.

Como adaptación, "Resident Evil" (2002) no es defendible, no sigue la trama del juego y solo utiliza algunos nombres y ubicaciones que se podrían cambiar por cualquier otro. Como película tampoco, es muy floja a nivel argumental y de personajes, y se pierde en sus propias incongruencias. PERO, no sé si por el hecho de tener una protagonista con carisma, por su reseñable escena inicial, o simplemente por ser la primera que acercaba mínimamente el género al listón de la decencia, lo cierto es que tuvo una considerable aceptación por parte del público, rebasando con suficiencia el aprobado tanto en imdb como en filmaffinity y superando el 70% en las votaciones de no críticos en rotten tomatoes.
¿Justifica esto su sobreexplotación a través de sucesivas secuelas, a cada cual peor que la anterior? Supongo que la fórmula es sencilla para la industria: mientras los números sean positivos, sí, pero lo cierto es que la utilización de personajes del juego fuera de su entorno en cada una de ellas podría acabar colmando la paciencia de los más fieles. A estas alturas tampoco importa demasiado...

Lo único que puedo decir en su defensa es que, aunque Resident Evil sea una franquicia con cierta riqueza argumental, lo que la hizo única fue la experiencia jugable, la lucha por la supervivencia en un entorno tenso y extremadamente hostil, donde los enemigos son muchos, y la munición y las ayudas, escasos. Y eso es algo que hasta cierto punto sí consiguieron recrear. Es más un tema de sensación personal que de ambientación, pero cuanto menos la podría calificar de "perdonable".



Nicer dicer, versión láser

Otra película muy controvertida para los jugadores fue "Final Fantasy: The Spirits Within" (2001). Principalmente su mayor pecado fue llevar las palabras "Final Fantasy" en su título, especialmente después del bombazo de Final Fantasy VII. Todos los que se hayan aproximado alguna vez a esta saga, sabrán que cada juego tiene su propia línea argumental fuera de toda continuidad, así que aparentemente no era complicado utilizar su nombre. El problema es que, pese a la falta de continuidad o relación entre entregas, sí que había desde hace bastante tiempo algunos elementos comunes en todos los títulos, como la magia, la invocación, o las armas de filo, que también decidieron ignorar. Demasiado para ciertos sectores que esperaban una adaptación casi directa de alguno de los títulos más populares, quizás por ser la propia Square, creadora y poseedora de la franquicia, la que estaba detrás de esta producción.

El argumento, puede parecer bastante simplón, PERO lo cierto es que técnicamente fue una maravilla, introduciendo técnicas de animación avanzadas para lograr un aspecto realmente increíble, con diseños cuidados y atención al detalle. Tampoco nos engañemos, el género de la ciencia-ficción, que es al que finalmente pertenece esta cinta, tampoco es muy dado a la excelencia de guión, y cuando se aproxima, tiende peligrosamente a dejar grandes lagunas.

Pese a su elevado presupuesto, es de justicia decir que producciones posteriores, también muy holgadas como "Beowulf", ni siquiera se han aproximado a esos niveles. De hecho, a día de hoy, una película como "Brave", a nivel puramente técnico, únicamente se le acerca en elementos puntuales como el pelazo de su protagonista. Fue además la primera película con nombre de videojuego que la crítica aceptó mayoritariamente. Argumentos suficientes para que, bajo mi punto de vista, sea la primera que podemos situar cómodamente por encima de la barrera del aprobado general.


El resto de la película luce tan bien como el trailer, no como en "Beowulf", donde había un notable bajón

De todas maneras, aunque la sitúe por encima de esa barrera, no se trata de una adaptación directa, así que veamos ahora las que se podrían considerar las dos mejores adaptaciones hasta el momento.

"Silent Hill" (2006) es, haciendo un análisis detallado, un producto incompleto, fallido, demasiado complejo para quienes no conocen nada acerca de este título a causa de sus notables carencias de guión en su segunda mitad. Aunque trabajes con una adaptación, es aconsejable tener en cuenta que la mayoría de tu publico potencial, ni ha tenido varias entregas para digerir qué es Silent Hill, ni muchas horas de juego a sus espaldas para lidiar con la desorientación. En ese sentido, no podemos darle un aprobado general, PERO lo que sí podemos concederle, es que fue la primera en recrear con notable exactitud, toda la estética y la ambientación del título. En "Silent Hill", igual que en el juego, la atmósfera se impone al argumento, y la desorientación causada por la duplicidad de planos de realidad evoca mucho a la experiencia que los jugadores pudimos sentir "mando en mano". Para el resto de la audiencia, se quedará en una película rara, con un principio aceptable, un nudo confuso, y un desenlace demasiado ambiguo; niebla, fantasmas, criaturas, y enfermeras zombie con bolsas en la cabeza.


Lo dicho, enfermeras zombie con bolsas en la cabeza

Para contentar a los más acérrimos, solamente nombrar una producción que no pasó por los cines, PERO sí consiguió una aceptación masiva por parte de sus seguidores. Y la consiguió porque en este caso sí retoma la historia del que probablemente fuera el mayor éxito de la saga, Final Fantasy VII, recuperando a Cloud Strife, Sephirot y compañía, dos años después de lo acontecido en el final del juego. "Final Fantasy VII: Advent Children" (2005). Recomendable, pero únicamente si conoces los antecedentes.

La reconciliación entre Square y los tali-fans


Esto es, prácticamente, todo lo que ha dado de sí hasta la fecha la adaptación o el uso directo de títulos de videojuego en el cine. Poco, muy poco, demasiado poco. Aún así hay motivo para la esperanza con las anunciadas "Assassin's Creed", con Michael Fassbender, "Warcraft" a cargo de Duncan Jones ("Moon", "Source Code"), o títulos que aún no han sido adaptados, pero que pueden dar grandes resultados como "Metal Gear Solid". Así que no nos rindamos todavía y esperemos que lleguen tiempos mejores.

Sin embargo, no solo de adaptaciones y títulos vive el Gamer, y no sería justo no nombrar otros productos que, sin ser adaptaciones al uso, sí que han querido aproximarse de una u otra manera al mundo del jugador con dispar suerte. Veámoslas pues, en orden de calidad.

"Grandma's boy" (2006), traducida en un derroche de imaginación como "El rey del mando", es una comedia tópica, facilona y trillada, principalmente dirigida al público adolescente, eminentemente masculino. Recomendable solo si disfrutaste con títulos del estilo "American Pie" o "Harold & Kumar" y has tenido alguna relación, cuanto menos puntual, con el mundo del videojuego. Aunque cualquier crítico con criterio la defenestrará, si cumples esos requisitos, puede ser tu película. Está repleta de escenas en las que el videojuego es el protagonista, aunque como dije, siempre transcurre mucho más cercana al tópico y al esperpento que a la realidad.


Dos cintas ochenteras que podrían competir en nivel de culto son "War Games" ("Juegos de guerra", 1983) y "Tron" (1982). Dos grandes guiños al gamer clásico, el del arcade puro, ese que tenía que tirar de imaginación como un poseso mientras se habría paso entre líneas y formas geométricas monocromáticas, y también al hacker primitivo, que trabajaba con elementos como un módem arcaíco al que había que conectar el telefonillo. Una época que yo he vivido muy de refilón, pero que aún así me produce cierta nostalgia. Me costaría decidirme por una de las dos, pero creo que le guardo más cariño a "War Games", aunque solo sea por aquello de:



Y finalmente, reseñar una de las creaciones más recientes y que ha optado este mismo año al Oscar a la mejor película de animación. No hablo de otra que de "Wreck-it Ralph" ("¡Rompe Ralph!", 2012)
posiblemente la más repleta de situaciones, personajes y guiños a jugadores de prácticamente todas las edades, y además bien buscados, bien empleados, y formando parte, esta vez sí, de un conjunto sólido. Estamos sin duda ante el producto realizado con más cariño hacia los gamers, homenajeando desde las recreativas clásicas hasta algunos de los títulos más recientes, siendo una experiencia casi imprescindible para cualquier jugador de entre 15 y 45 años. Y también para los que no.
Al ser muy reciente, no puedo ni debo decir más, así que si eres de los que todavía no la ha visto, ahí queda mi recomendación sin reservas.


Una imagen dice más que mil palabras

Finalmente, y como lo prometido es deuda, cerraré esta entrada hablando de un extraño experimento llevado a cabo en 1989 llamado "The Wizard" ("El campeón del videojuego") que nunca pisó las salas en España, pero sí llegó hasta los videoclubs y la televisión. Si bien mi generación no es ajena al concepto de publicidad, subliminal o no tan subliminal en el cine, incluso llegando a constituirse en icono popular como atestigua la saga "Regreso al futuro", esta película dio un paso más allá en ese concepto, siendo básicamente un anuncio de 90 minutos. Pero como no me quiero extender demasiado, para quien esté interesado os dejo un análisis absolutamente detallado de alguien que os lo explicará mucho mejor que yo, el "angry video game nerd", una celebridad de internet que todo gamer debería conocer. Los subtítulos son un tanto infames, pero se dejan leer. Si sabéis un mínimo de inglés le entenderéis sin problema.


Y esto es todo lo que ha dado de sí el tema. En un futuro no muy lejano dedicaré alguna entrada al salto inverso, del cine al videojuego, pero antes retomaré la crítica más convencional durante algún tiempo. Mi intención siempre ha sido la diversidad y que todos los gustos tengan cabida en el blog, así que sin más, me despido. Saludos a tod@s.