lunes, 22 de septiembre de 2014

Lectura recomendada del mes: Batman. El hombre que ríe (Ed Brubaker, Doug Mahnke. 2005)


Como ya sabéis los seguidores del blog, nos estamos preparando para un especial Batman que me está llevando a releer un buen número de obras que me gustaría tener frescas de cara al programa.

Hace ya algunos meses, os recomendaba como punto de partida en el universo del personaje, la muy manida, aunque no por ello menos imprescindible Año Uno, de Miller y Mazzuchelli. Hoy, me gustaría proponeros la que, siguiendo con ese posible orden de lectura, podríamos considerar el siguiente paso; con la salvedad de Batman y los Hombres Monstruo y Batman y el Monje Loco de Matt Wagner, de las que seguramente os acabe hablando en alguna entrada en el futuro. Si decido obviarlas de momento es porque, pese a ser anteriores en la cronología del personaje, creo que tienen bastante menos peso en los mythos y menores consecuencias o ecos en obras que deberéis leer más adelante. Aclararos a los que todavía estéis dando vuestros primeros pasos en esto de los cómics, que cuando digo cronología no me refiero al orden de publicación, sino de los hechos narrados a efectos de continuidad y canon.

El hombre que ríe narra el primer encuentro entre Batman y su némesis, el Joker, que hace su primera aparición pública tras un extraño asesinato en masa que Gordon acaba de comenzar a investigar. A través de una, digamos, inesperada aparición televisiva, el Joker va anunciando las muertes a una determinada hora de ciertas personas influyentes de la sociedad Gothamita. Batman y Gordon se pondrán manos a la obra para intentar detenerlo y averiguar sus motivaciones y objetivos.

Posiblemente esta obra sea la progresión más lógica a Año Uno en cuanto al tono narrativo. No voy a esconder mi predilección por Ed Brubaker, un narrador con un talento superlativo para el género negro y detectivesco que le sienta de maravilla a una historia como ésta. En cierto sentido, el estilo de Brubaker es como si al mejor Frank Miller, le quitáramos sus neuras, y le agregáramos una buena dosis de respeto por el personaje, y por el trabajo de otros autores, incluso los que estuvieran por venir. Si queréis, ya profundizaremos en otro momento en esas ideas, porque hoy no estamos aquí para hablar de Miller.

La escritura de Bru es sólida, sin fisuras. No hace hablar a sus personajes más de lo necesario, tampoco se recrea de manera repetitiva en ideas, insinuaciones o recuerdos; en definitiva, ni toma al lector por tonto, ni le obliga a tener un máster en el personaje para comprender o disfrutar de la historia. Utiliza multitud de recursos sin abusar de ellos, los entrelaza con fluidez, con un lenguaje claro y directo, dotando a la historia de un dinamismo no exento de matices o sorpresas.

Éste no es el Joker. Hasta ahí puedo leer...
Brubaker hace sus deberes, y se arma con lo explicado en El hombre bajo la capucha roja (Bill Finger, 1951), La broma asesina (Alan Moore, 1988) o Imágenes (Dennis O'Neill, 1989) para ensamblar este relato de origen, que bien podríamos considerar como el Año Uno del Joker. Y dejadme que os diga algo, hay que ser muy bueno para que, explicando algo que, de un modo u otro ya se ha explicado al menos en tres ocasiones, se sienta como algo fresco y casi necesario, y no como un simple parche para rellenar huecos de continuidad entre tantas crisis y re-crisis. Una historia puramente detectivesca de esas que tanto disfrutamos los lectores de Batman, sin grandes combates épicos, sin errores insalvables como el que, inexplicablemente para un escritor de la talla de O'Neill, obligaba a descartar Imágenes como el origen definitivo del príncipe payaso del crimen (Mini-spoiler: dificilmente puedes desconocer la identidad de alguien cuando conoces la de un familiar directo y su parentesco con él...)

Las ilustraciones de Mahnke acompañan con buena nota a la historia, sin estridencias ni filigranas, pero con el tono apropiado y buenos detalles como la Batcueva, un Batmóvil primigenio para mi gusto más lógico que el de Wagner, y unas viñetas iniciales realmente inquietantes. Aunque también ha colaborado con Grant Morrison en Crisis Final o Geoff Johns en Green Lantern, podríamos considerar ésta su obra más importante como ilustrador hasta el momento.

Es un cómic que se lee muy deprisa, tanto por su corta duración como por ese dinamismo narrativo del que hablábamos, con momentazo final incluído, de esos que tanto gustan en estas historias de retrocontinuidad, y que a más de uno os arrancará una sonrisa. Eso sí, mucho menos inquietante que la de El hombre que ríe. Espero...

Que lo disfrutéis, tanto si es la primera vez, como si queréis acompañarme en estas re-lecturas.
¡Saludos a tod@s!

lunes, 8 de septiembre de 2014

The Killing (T4): Netflix rescata un final digno para los seguidores de la serie.


Todo comenzó hace cuatro temporadas ¿Quién mató a Laura Palmer Rosie Larsen? Puede que desde entonces, esta adaptación de la serie danesa Forbrydelsen, (con la que no podemos entrar a compararla al no contar con el material original) haya ido cuesta abajo, pero bajo mi punto de vista, no sin frenos ni sin dejar también muchas cosas buenas por el camino.

A fin de cuentas, los consumidores de series podemos ser, y de hecho somos, flexibles respecto a un descenso relativo de calidad, en pos de seguir avanzando en las relaciones de unos personajes que despierten nuestro interés. Si muchos ejercen esta práctica con productos que a otros nos parecen mediocres en ambos aspectos, como la inamovible Walking Dead, no veo por qué no concederle el mismo derecho a quienes decidimos hacerlo con series no tan mayoritarias.

La historia viene de lejos. The Killing ya caminó por la cuerda floja tras finalizar su segunda temporada. La serie había pasado de los 2,7 millones de audiencia máxima y 1,6 de mínima, abriendo con 2,7 y cerrando con 2,3 su primera temporada, a unos discretos registros de 1,8 de máxima y 1,3 de mínima, abriendo con 1,8 y cerrando con 1,4 en la segunda. La historia de Rosie Larsen ya estaba contada, y aunque parecía quedar mucho por explicar respecto a Linden y Holder, los índices mandan y AMC anunció la primera cancelación. Es entonces cuando entra en juego Netflix, asumiendo parte de los costes de producción a cambio de un acuerdo de emisión casi simultánea con AMC.

La historia se tomó un paréntesis para recuperar a unos personajes aparentemente cambiados, pero que en muy poco tiempo recuperarían su dinámica conocida. Nada que objetar. Argumentalmente, nos ofrecía una historia de asesinatos en serie al uso, que arrastró a nuestros protagonistas a lugares más oscuros, y que a un servidor le dejó bastante buen sabor de boca pese a algún altibajo narrativo. El problema principal es que, aunque la temporada acabó en un cliffhanger emocional, los índices no habían remontado. Pese a la inclusión de nombres conocidos como Elias Koteas o Peter Sarsgaard para cubrir las bajas, los datos incluso descendieron ligeramente. 

Aunque la serie se mantuvo fiel a ciertas máximas, como una ambientación incómoda (y cuidada), esa Seattle lúgubre y lluviosa como telón de fondo, o unos protagonistas dañados que deben lidiar con sus propios fantasmas al mismo tiempo que con los de extraños, el cambio no atrajo a espectadores nuevos, y en un mundo donde los índices lo son todo, AMC anunció la cancelación definitiva. Netflix ve una posibilidad en este escenario, ya que los datos de streaming para ellos no son tan malos; la serie es una de las destacadas de su catálogo y las valoraciones de los usuarios son buenas. Finalmente, dos meses después, se anuncia que ofrecerán de manera exclusiva una cuarta y última temporada de 6 episodios, manteniendo a Veena Sud al frente, y por supuesto a Joel Kinnaman y Mireille Enos como protagonistas.

Nuevamente, la serie se mantiene fiel a si misma, y en cierto sentido, consigue compensar ciertas carencias narrativas a base de carga emocional, de un buen trabajo y una buena química entre actores, o una ambientación y una fotografía que acompañan muy bien al tono de la serie. En este caso, el objetivo principal es resolver ese cliffhanger emocional y darnos un cierre a nivel de personajes, pero para ello, hay que explicar un nuevo caso que sirva de hilo conductor y nos sitúe mejor física y cronológicamente, yuxtaponiéndose como dos tramas simultáneas. El nuevo caso no es especialmente atractivo, pero tiene algunos giros interesantes, y como de costumbre, nos llevará a lugares incómodos y oscuros, siendo lo más interesante su resolución. La trama heredada del final de la tercera temporada es la que atrapa casi desde el primer momento, y actúa como motor de la relación entre los personajes, sin embargo, en un último episodio algo precipitado, acaba siendo demasiado autocomplaciente, atropellada, y narrativamente casi cogida con pinzas. Pero quien os habla, que ya está un poco cansado de los finales al estilo "la vida sigue, les pasarán otras cosas pero nosotros ya no las veremos", agradece por una vez el esfuerzo por ofrecernos una resolución a nivel de personajes, un cierre emocional después de tanta montaña rusa.  No saber qué será de unos personajes con los que uno, que tiene su corazoncito, se ha implicado emocionalmente, me parece mucho más frustrante que un cierre más o menos brillante, algo que a fin de cuentas, no deja de ser en buena medida subjetivo. Claro que siempre hay excepciones, y hasta ahí puedo leer...

Personalmente, espero que Netflix se atreva a repetir este tipo de práctica con otras series, ya que aunque para las grandes cadenas 1 o 2 millones de espectadores solo sean un número, y además bastante malo, detrás de ese número hay personas frustradas y cabreadas en cada cancelación. Quizás series como Heroes habrían tenido un destino mejor con este tipo de planificación, no sujeta a los designios de cada semana y la fluctuación de los índices, y siendo un producto cerrado como ha sido este caso. Quizás, quizás, quizás...

¡Saludos a tod@s!

martes, 29 de julio de 2014

Lectura recomendada del mes: Batman. A celebration of 75 years.


El pasado 23 de Julio fue el elegido por DC Comics como el día oficial del 75 aniversario de su personaje franquicia, su gallina de los huevos de oro, el personaje de cómic que más genera a su alrededor, pese a quien pese.
Las librerías especializadas realizaron eventos especiales y grandes descuentos, y algunas cadenas nacionales de TV se sumaron a la iniciativa con emisiones relacionadas de un modo u otro con el Caballero oscuro, el Señor de la Noche, el Cruzado Enmascarado, el mejor Detective del Mundo, o simplemente, Batman. Muchos seguidores lucían orgullosos sus bat-prendas de gala, y un servidor, gracias a la escrupulosa política de pre-reservas de Amazon, recibía con el entusiasmo de un chiquillo este tomo de 432 páginas que, por cierto, se agotó en la primera semana, y que por el momento sólo se comercializa en formato tapa dura y digital.


Y después de tenerlo algunos días en mis manos, llega la hora de comentarlo. No nos engañemos, DC tampoco ha puesto toda la carne, ni mucho menos, en el asador; pisarse posibles ingresos incluyendo alguno de los super-ventas de su personaje franquicia era algo que no entraba en sus planes, ni tampoco en mis previsiones si os soy sincero. Se echa de menos la presencia de artistas clave como Jeph Loeb y Tim Sale, Grant Morrison, Len Wein, Alex Ross, Bill Sienkiewicz o Frank Miller (aunque este último tiene presencia como dibujante, pero de muy poco peso) entre otros. Pero antes de hablar de lo que falta, hablemos de lo que hay.

El volumen recoge 22 historias divididas en 5 etapas + 1 extra exclusiva, tal y como detallo a continuación:

I. 1939-1954: THE DYNAMIC DUO 

Detective Comics #27 (1939) The case of the Chemical Syndicate. Bill Finger y Bob Kane.
Batman #1 (1940) The legend of the Batman. Who he is and how he came to be. Bill Finger y Bob Kane.
Detective Comics #83 (1944) Accidentally on Purpose. Don Cameron, Jack Burnley, George Roussos.
Batman #49 (1948) The scoop of the Century. Bill Finger, Bob Kane, Lew Sayre Schwartz.
Detective Comics #211 (1954) The Jungle Cat-Queen. Edmond Hamilton, Dick Sprang, Charles Paris.

II. 1955-1969: THE CAPED CRUSADER

Detective Comics #216 (1955) The Batman of Tomorrow. Edmond Hamilton, Dick Sprang, Charles Paris.
World's Finest Comics #94 (1958) The origin of the Superman-Batman Team. Edmond Hamilton, Dick Sprang, Stan Kaye, Kurt Swan.
Detective Comics #327 (1964) The Mystery of the Menacing Mask. John Broome, Carmine Infantino, Joe Giella.
Batman #181 (1966) Beware of...Pison Ivy! Bob Kanigher, Sheldon Moldoff, Carmine Infantino, Joe Giella.
Detective Comics #359 (1967) The Million Dollar debut of Batgirl. Gardner Fox, Carmine Infantino, Sid Greene.

III. 1970-1986 CREATURE OF THE NIGHT

Detective Comics #395 (1970) The Secret of the Waiting Graves. Denny O'Neill, Neal Adams, Dick Giordano.
Detective Comics #442 (1974) Death Flies the Haunted Sky. Archie Godwin, Alex Toth, Jim Aparo.
Detective Comics #474 (1977) The Deadshot Ricochet. Steve Englehart, Marshall Rgers, Terry Austin.
DC Special Series #21 (1980) Wanted Santa Claus - Dead or Alive. Denny O'Neill, Frank Miller, Steve Mitchell.
Batman Special #1 (1984) The Player on the Other Side. Mike W. Barr, Michael Glden, Mike DeCarlo.

IV. 1986-2011 THE DARK KNIGHT

Detective Comics #574 (1987)  ...My Beginning...and my Probable End. Mike W. Barr, Alan Davis, Paul Neaey.
Detective Comics #633 (1991) Identity Crisis. Peter Milligan, Tom Mandrake, Michel Golden.
Batman #497 (1993) Broken. Doug Moench, Jim Aparo, Dick Giordano, Kelley Jones.
Detective Comics #711 (1997) Knight Out. Chuck Dixon, Graham Nolan, Cam Smith.
Detective Comics #757 (2001) Air Time. Greg Rucka, Rick Burchett, Rodney Ramos, Dave Johnson.
Detective Comics #821 (2006) The Beautiful People. Paul Dini, J.H. Williams III, Simone Bianchi.

V. 2011 and Beyond. REBIRTH

Batman #2 (2011) Trust Fall. Scott Snyder, Greg Capullo, Jonathan Glapion.
Detective Comics #27 reimagining (2014) The case of the Chemical Syndicate. Brad Meltzer, Chip Kidd, Bill Finger, Bob Kane.

En primer lugar me gustaría remarcar que si lo que andáis buscando es una lectura de iniciación al Universo de Batman, éste no es vuestro tomo; ni parecido. Y si bien estamos en la sección de lecturas recomendadas, lo cierto es que, con los ojos de hoy, las historias que presenta resultan en su mayoría lecturas anacrónicas, más enfocadas a despertar la nostalgia de los más veteranos o saciar la curiosidad de los más enciclopédicos, pero que difícilmente harán vibrar a los nuevos lectores.

Como decía antes, se echa de menos a muchos autores y artistas, pero sobre todo, se echa de menos a muchos, demasiados villanos. Como "pesos pesados", tan sólo nos encontramos con Deadshot, Bane, un cameo del Pingüino, Poison Ivy, Mad Hatter, Hugo Strange, y, si la queremos considerar como tal, Catwoman. Para un servidor, ya era de esperar la ausencia del Joker, que en mitad de toda esta maquinaria de hacer dinero, contará con su propio tomo de 75 aniversario. Y tampoco me molesta; si por algo se caracteriza Batman es por una extensa y colorida galería de villanos. Y aún así, en ese sentido esta recopilación decepciona, y mucho: ni rastro de Ra's al Ghul, Two-Face, Scarecrow, Riddler, Clayface, Killer Croc, Mr. Freeze, Black Mask, Carmine Falcone, Firefly o Victor Zsasz.
Ni rastro tampoco de algunos eventos de impacto en la etapa moderna como No Man's Land, Batman RIP, Crisis Final, Batlle for the Cowl, El regreso de Bruce Wayne... Como dije, no era de esperar que se fueran a pisar superventas como Año Uno, La Broma Asesina, El Largo Halloween, Victoria Oscura, Hush, etc... Pero si podían haber ofrecido algún "bocado" de ciertos arcos argumentales como sí han hecho con Knightfall o La Corte de los búhos. Ni rastro tampoco de la JLA, o de los Outsiders... Demasiadas ausencias en más de 400 páginas. 

¿Y por qué la recomiendo entonces, estaréis pensando? 
En primer lugar, la edición está bastante cuidada, las páginas son firmes, brillantes, con un buen trabajo de re-edición y color. 
En segundo lugar, porque incluye algunas curiosidades interesantes para iniciados y coleccionistas, como la explicación del cambio físico de Alfred, el origen del equipo World's Finest, o alguna muestra de la truculenta y bizarra edad de plata que le tocó vivir a Batman, especialmente penalizado por la Comic Code Authority (el nombre ya tira para atrás...). También un pequeño muestrario de las mujeres de su vida, como Vicki Bale, Selina Kyle, Silver St. Claire o Lydia Granger, y del riesgo que podían conllevar para su identidad secreta. Y a diferencia de sus villanos, sí que están la mayoría de sus aliados más importantes, sin contar como decía antes las afiliaciones y crossovers: Alfred, Dick Grayson, Jason Todd, Tim Drake, James Gordon, Superman, Barbara Gordon, o Leslie Thompkins, con bastante peso en este libro para lo que se la suele ningunear, especialmente en las adaptaciones a otros medios.
Y en tercer lugar, lo más importante: BECAUSE HE'S BATMAN!! Lo admito, DC podría haberlo hecho mucho, muchísimo mejor con este tomo. Pero también podría haberlo hecho peor, y aún así habrían contado con mi dinero. Y con el de muchos otros. Ese es el poder del más grande, no el primero, ni el más poderoso sobre el papel, pero sin duda el más grande. Aún así he intentado ser objetivo y no engañar o incitar a nadie a comprar algo que no es lo que realmente busca. 

Si lo que queréis es una guía de iniciación al personaje, o de los eventos más importantes ordenados cronológicamente, o de las lecturas imprescindibles, en El DeLorean de M&M estamos trabajando en un podcast MUY especial donde trataremos todos esos puntos y más, así que estad atentos al programa y las redes sociales. 

¡Saludos a tod@s!

miércoles, 23 de julio de 2014

Recordatorio de proyectos en marcha.

Antes de colgar una nueva review, aprovecho para recordar a los seguidores del blog que aún no estén familiarizados con el resto de actividades, los diferentes proyectos entre los que actualmente repartimos nuestro tiempo.

Como algunos ya sabréis, en el margen derecho del blog podéis encontrar un reproductor integrado con acceso a los últimos programas de "El DeLorean de M&M", el podcast de cine, TV, y cómic que conduzco junto a mi amigo y co-propietario Miguel, al que tarde o temprano espero que veáis también por el blog, y que supone el eje central sobre el que pivotan el resto de proyectos. El que se lleva más horas y más dedicación, eso sí, siempre con gusto. Podéis encontrarnos en ivoox, itunes, o escucharnos a través de cualquier lector de feed. También disponemos de un grupo bastante majo en Facebook, donde los oyentes y nosotros compartimos noticias, bromas, penurias, cabreos e impresiones. Por último, tenemos un perfil en Ask.fm que vamos atendiendo con cierta regularidad, donde podréis saber más sobre el programa y sobre nosotros a través de vuestras preguntas. Pero sin pasarse...



En el mismo enlace podéis encontrar también el spin-off del DeLorean, homónimo al blog, creado simplemente para poder mantener la actividad "en las ondas" cuando no sea posible grabar un DeLorean de pleno derecho, es decir, cuando nos sea imposible grabar juntos pero aún así tengamos tiempo y ganas de comentar algún material aunque sea por separado. Podéís utilizar también las mismas redes sociales para lo referente a este podcast (y al blog).


Por último, os traemos "Yo no fiché a Romerito", un podcast deportivo centrado en el mundo del fútbol, y de manera especial (aunque no exclusiva) en la actualidad blaugrana. Uno de los poquísimos podcasts aficionados que podréis encontrar al respecto, presentado en forma de tertulia, y como siempre con un toque de humor y mala leche. Aunque Miguel cuenta con mi opinión en la toma de decisiones, y también participo como contertulio fijo (pese a que últimamente parecen haberme degradado a imitador residente), la autoría del programa se le debe adjudicar a él. Algo que no menoscaba en ningún sentido el aprecio o la ilusión que un servidor pone en el proyecto. Tampoco es que aportemos un formato novedoso o rompedor, pero sí que el programa viene a llenar un hueco donde los aficionados barcelonistas no disponían de muchas alternativas sonoras de este tipo. Y así parecen ratificarlo los buenos números del programa en muy poco tiempo.



Os mantendremos informados de cualquier cambio o novedad, y os esperamos por las redes sociales o cualquiera de las secciones de comentarios.

¡Saludos a tod@s!

miércoles, 25 de junio de 2014

God bless America (2011, Bobcat Goldwaith).


Cada cierto tiempo, una cinta relativamente desconocida se presenta y se nos descubre con una facultad maravillosa que cada día abunda menos: la capacidad de sorprender incluso a los cinéfagos más escépticos como un servidor.

Frank es un hombre de mediana edad que vive sumido en el hastío. divorciado, y con su ex-mujer alejando cada vez más de él a una hija con la que ya de por si siente que ha perdido cualquier conexión. En un rocambolesco sinsentido, que bien podríamos calificar como ser más papistas que el Papa, también perderá su trabajo. Como guinda al pastel, su médico le dará muy malas noticias respecto a las jaquecas que sufre. En este marco, Frank tiene una revelación, y decide que tal vez no deba dejar este mundo solo. En su cruzada, el destino le depara una cómplice inesperada, una adolescente llamada Roxy, con la que vivirá una serie de encuentros y desencuentros.

God Bless America se lanza a tumba abierta a una temática arriesgada, y huye de la sutileza visual para entrar, sin dejar el tono de comedia, en la sutileza de conceptos como la libertad de expresión, (degradada a una especie de aquí vale todo ficticio, puesto al servicio de la banalidad y la descalificación), la educación (que no el sistema educativo), o la verdadera naturaleza del respeto, y más aún, del auto-respeto.

Pero hacerlo a punta de pistola y con una escena inicial que puede llegar a herir muchas sensibilidades, es un acto de valentía a elogiar. O de inconsciencia, algo en cierto modo casi igual de admirable en un medio tan vigilado como el cine.

Poner a tus protagonistas a matar, selectiva o casi casualmente, a quienes deciden ignorar ciertas reglas universales de comportamiento, es un tema muy delicado en un país donde acontecimientos de una naturaleza similar ocurren con relativa frecuencia, generando siempre un gran revuelo social. Revuelo, aunque raramente reflexión.

Pero no conviene olvidar que tenemos entre manos una comedia, la cual además, llegado un momento, tiene el acierto de recordarnos que ni siquiera sus protagonistas deben ser tomados demasiado en serio. Todo ello bajo una superficie controvertida y provocadora, pero que en el fondo solo nos propone elementos de reflexión cotidianos. Cotidianos, y debido a nuestra asimilación entusiasta del modelo social que critica la película, casi universales. Bien podríamos llamarla God Bless "ponga el nombre de su país aquí".

Por desgracia, pese a que en cuanto intenciones se refiere merecería un notable alto, la puesta en práctica acaba adoleciendo de cierta falta de ritmo en el su tramo medio, y patinando en el uso de algunos clichés que no se insertan de manera tan inteligente como otros. Pero tal vez en este caso particular, deba ponderar más lo primero que lo segundo. O tal vez,  sumándome a la propuesta de la propia cinta, tampoco debáis tomarme muy en serio.

jueves, 12 de junio de 2014

King of Devil's Island ("Kongen av Bastøy". Marius Holst, 2010): Un drama carcelario lleno de grises.


Inspirada por los hechos reales ocurridos en el centro penitenciario para jóvenes de la isla Bastoy a principios del siglo XX, King of Devil's Island nos entrega un metraje que combina con acierto algunos de los clichés más habituales del género carcelario y el drama juvenil con una serie de dilemas morales que laten bajo su superficie. Si a esto le sumamos una fotografía magnífica, una gran banda sonora, y actuaciones convincentes, el resultado final es notable.

Si bien no nos deja con la satisfacción instantánea que pueden producir otras cintas de este estilo después del tour de sufrimiento de sus protagonistas, sí que deja un poso sobre toda una serie de cuestiones que conviene no perder de vista. Para quien os habla, sin tener nada en contra de la fórmula clásica sino más bien al contrario, también son de agradecer propuestas diferentes, donde los buenos no sean tan buenos ni los malos tan malos, donde la línea entre victoria y derrota, o conveniencia y convicción sea difusa y difícil de trazar.

A través del paralelismo con un relato sobre un arponero y una ballena, la película nos narra la llegada de Erling, un joven impulsivo y de fuerte carácter, a la isla de Bastoy. Su aparición alterará el orden y la disciplina impartidos por el Bestyreren (Stellan Skarsgard), que intentará doblegar su voluntad como en su día hizo con Olav, actual "líder" del barracón C a punto de obtener su libertad, y al que será asignado el nuevo recluso.

Hasta aquí, como dije, todo más o menos normal: nuevo gallo en el corral, revolución en la granja. Tenemos además otros elementos clásicos, como el recluso apocado que debe lidiar con un abuso incluso mayor que el que reciben sus compañeros, o el hecho de que, salvo rumores de pasillo, no sepamos exactamente qué ha hecho cada uno de ellos para acabar allí. Pero lo interesante empieza aquí; las acciones de Erling, si bien moralmente correctas desde un punto de vista individual, pueden desembocar en consecuencias tan negativas para el grupo, que la consideración ética tal vez no pueda ser la misma desde un punto de vista colectivo. En contraposición, la obediencia de Olav puede tener también consecuencias terribles para individuos concretos, no solo a costa de su propio interés, sino del de la mayoría del grupo, haciendo que ninguna de las posturas sea la correcta en términos absolutos. Equilibrar las responsabilidades, especialmente en situaciones límite, no debería ser fácil para ningún líder, y esta historia es un claro reflejo de ello.

Otro ejemplo es el personaje de Skarsgard, que se mueve casi constantemente entre los extremos de la escala de grises. Se trata de una suerte de alcaide, bajo cuya jurisdicción ocurren algunos abusos injustificables; aunque pueda parecer que en ocasiones mira hacia otro lado con indiferencia, en otros momentos parece contener una preocupación genuina por los chicos ante el descubrimiento forzoso de algunas circunstancias. Nunca nos queda del todo claro si las medidas aplicadas (o no), son fruto de sus propias convicciones, o simplemente lo más cercano a un mal menor que es capaz de procurarles.

Si buscamos un villano más clásico y visible, lo encontraremos en la figura de Brathen, que siguiendo con la analogía con el género carcelario, vendría a ser como el jefe de los guardas, al que probablemente lleguéis a odiar profundamente.

En esta historia a veces es más importante lo que no se ve, lo que no se dice, dejando que nos aproximemos a los personajes y ahondemos en ellos con una visión más personal, y por lo tanto única; algo que siempre me ha parecido una escritura muy inteligente, efectiva para una película, pero a la vez muy complicada de llevar a cabo. No es que no quiera desarrollar a los personajes, es que prefiere ir ofreciendo detalles, silencios, miradas y matices, y que sea el propio espectador el que haga ese ejercicio.

Puede que en su tramo final la película se tome alguna licencia conveniente, y que la correlación con el relato del ballenero pueda resultar un poco confusa, o demasiado insistente en ocasiones, pero en su conjunto me parece una cinta muy recomendable, y que merezca probablemente más de un visionado.

¡Saludos a tod@s!

viernes, 6 de junio de 2014

Lectura recomendada del mes: Days of the future past (1981).


Coincidiendo con el rimbombante estreno de su adaptación cinematográfica, la lectura recomendada para este mes caía por su propio peso. A diferencia de lo que los no familiarizados con este material pudieran pensar desde la distancia, no nos encontramos ante ningún macro-evento, ni siquiera una saga de 6 o 12 números. Pese a su enorme repercusión y fama, Days of the future past se desarrolla en solamente 2 números, Uncanny X-Men #141 y #142, de la mano del espectacular tándem formado por Chris Claremont y John Byrne, con Terry Austin en el entintado.

Puede que a día de hoy, a primera vista el argumento no parezca un derroche de originalidad, pero tened en cuenta que en 1981 ni siquiera se había estrenado Terminator. En un futuro distópico, los centinelas han dominado y sembrado su reino de muerte en Estados Unidos. Ante la amenaza global que suponen, el resto de potencias se plantean un ataque nuclear a gran escala. La situación es desesperada, ya que la mayoría de héroes (y villanos) del Universo Marvel han muerto, como podemos comprobar en una de sus primeras y más recordadas viñetas.


Los mutantes que restan, son perseguidos, exterminados, o encerrados en campos de concentración, bajo los efectos de un collar inhibidor que les impide hacer uso de sus poderes. Los portadores del gen mutante son esterilizados para evitar que se reproduzcan. Una letra los identifica en sus vestimentas: H, A, y M.

En este escenario, nos encontramos con Kate Pryde, su esposo Peter Rasputin, Ororo Munroe, y Erik Lehnsherr, irónicamente postrado en una silla de ruedas. Atrás quedaron los días en los que se hacían llamar Kitty Pryde, Coloso, Tormenta y Magneto. Junto a la joven pareja formada por Franklin Richards (hijo de Reed y Sue) y Rachel Summers (hija de Scott y Jean), y uno de los últimos Mutantes libres, Logan, pondrán en marcha un plan desesperado para intentar salvar su futuro y el de las personas que un día fueron.

La conciencia de Pryde es enviada a su cuerpo del pasado para intentar evitar el asesinato del senador Robert Kelly a manos de la Hermandad de mutantes malvados, liderados por Mística. Este acontecimiento desencadenó una corriente anti-mutante cuyas consecuencias acabaron conduciendo a ese futuro apocalíptico. A diferencia de lo que ocurre en la película, aunque ambas tramas sí ocurren en paralelo, en el futuro no se limitan a esperar e intentar sobrevivir. Ante la falta de garantías de este plan, Logan y los demás tienen otro para el futuro. Se trata de una misión casi suicida, el asalto al edificio Baxter, antiguo cuartel de los 4F y actual centro de operaciones de los centinelas.

Una de las principales ventajas de este arco argumental a la hora de recomendarlo es que no hace falta casi ningún conocimiento previo para poder acercarse a él. No es necesario saber cómo se encontraba la continuidad, o los eventos inmediatamente anteriores y posteriores, y eso siempre es una gran baza a favor. 

Claremont y Byrne estaban "on fire", y como suele ser propio de su estilo, haciendo hablar (y pensar) a sus personajes hasta por las orejas, todos los detalles necesarios quedan explicados y justificados. No creáis que por ello la lectura se hace densa o pesada. Es muy ligera, y probablemente os deje con ganas de más. Insisto, nos encontramos ante un tándem en estado de gracia creativa, que casi sin quererlo, nos dejó con esta historia uno de los puntos de inflexión y referentes más habituales en la franquicia mutante y el Universo Marvel en general.

No podemos decir lo mismo de su secuela, Days of the future present (1990), un evento que implicó a cuatro colecciones, 4F, Nuevos Mutantes, Factor X (con la formación original de los X-Men) y X-Men. En esta historia, "un eco" de la versión futura de Franklin aparece para poner el presente patas arriba en búsqueda de Rachel, su amor perdido. Desde un futuro indeterminado, le seguirán Ahab y sus sabuesos, los cazadores de mutantes. Por desgracia, la historia es demasiado compleja como para contarse de una manera tan dispersa y con demasiadas incoherencias. Los héroes además tienen un comportamiento inconsistente y vulgar, y nos encontramos, por ejemplo, a Jean Grey en "modo insoportable", mientras ocurren cosas supuestamente más importantes a su alrededor. La continuidad está patas arriba, y aparecen muchos, demasiados personajes, que a la mayoría no os dirán nada de nada. El dibujo además deja bastante que desear en más de la mitad del evento. Absolutamente prescindible y solo para hardcore fans.


La que sí resulta una lectura conveniente y mucho más acorde, aunque a cierta distancia en cuanto a calidad de la obra original, es su precuela, Wolverine: Days of Future Past (1998), donde Logan, Júbilo Lee, Sanguijuela, Sincro y Magneto, unirán sus fuerzas para intentar liberar a la hija de éste, la Bruja Escarlata, de manos de Shinobi Shaw y Betsy Braddock (antes Mariposa mental), que la están utilizando para alterar el equilibrio natural del mundo y sembrar el caos definitivo. A cambio, Magneto accede a ayudar a Júbilo y los demás a liberar a sus compañeros mutantes del cautiverio de los Centinelas; lógicamente, se trata de Pryde y los otros protagonistas de la historia original.
Mini-serie de 3 números, con una escritura sólida, y personajes fuertes en los que apoyarla, como el propio Logan, o un buen Magneto, que además de mucho poder, se nos presenta con muchos matices. Sin ser una historia memorable, sí que hace bastante justicia a su predecesora, y presenta un buen aperitivo, con un final relativamente "dulce" para lo que sabemos que está por venir. Cuenta además con algunos cameos de bastante caché, como Zemo o Emma Frost.


Con esta entrada damos por cerrada la semana X-Men en el blog, que finalizará con la próxima grabación del podcast especial dedicado a la película. Os he reseñado 3 lecturas al precio de una, para quienes la película os sepa a poco y tengáis ganas de más, o simplemente para tomar (o retomar) una de las lecturas imprescindibles en el camino del comiquero y saber algo más sobre sus ramificaciones más directas (que no únicas).

Nos vemos la semana que viene, y os invito como siempre a comentar por cualquiera de las vías a vuestra disposición ¡Saludos a tod@s!

lunes, 2 de junio de 2014

X-Men: Días (o trámites) del futuro pasado. NOT the best superhero movie ever.


Antes de meternos de lleno con el análisis, dejadme ponerme al día con los que aún seguís (o llegáis por primera vez a) este blog. Sé que mi actividad reciente, por decirlo de alguna manera, ha sido más bien escasa. Lo cierto es que poner en marcha un podcast como el DeLorean de M&M, con especiales que requieren muchas horas de visionados, consume tiempo y energía. Y se consume con gusto, pero tanto una cosa como la otra, son finitas y a veces demasiado limitadas. Por mi parte, he cometido el error de mezclar audiencias, creyendo que cualquier entrada publicada de temas a tratar en el podcast sería caer en la repetición. Pero lo cierto es que, aunque puedan ser en parte coincidentes, seguramente las audiencias no son las mismas. Tampoco lo tienen por qué ser los contenidos, y con ese espíritu afrontaremos esta nueva etapa, en la que me planteo retomar el ritmo de al menos una entrada semanal.

Dicho esto, si sois parte de la audiencia del DeLorean, podéis reservaros para escuchar estas mismas opiniones en el programa. Así pues, empecemos, por la parte sin spoilers de esta review.

Trámites del Futuro pasado

Después de ver y madurar la película, me queda la sensación de que Singer la ha convertido en un mero trámite para volver a hacer "suya" la franquicia después de "The Last Stand" y "First Class", intentando dar un final más digno a "sus" X-Men, a los que nos referiremos como la antigua formación, y tomar posesión de los de Vaughn, a los que nos referiremos como la nueva formación. Por el camino, intenta también solventar varios problemas de continuidad, y digo intenta porque, como veremos más adelante, no siempre lo consigue. Pero eso será en la parte con spoilers.

En primer lugar he de decir que en este caso he apartado por completo mis "prejuicios" de comiquero. Esperar a estas alturas una película fiel al material original, no sólo sería ingenuo, sino también ilógico. Para empezar la franquicia cinematográfica ha alterado tanto la cronología de las formaciones, que en ningún caso podría plantearse a Kitty Pryde como centro de esta historia. En segundo lugar, en ningún caso podría tratarse de un mismo evento desencadenante cuando ya se ha utilizado al senador Kelly en las dos primeras películas. Aún así, cometí nuevamente el error de esperar algo más.

Pues bien, no sé si será por mi estado febril el día que fui a verla, pero el caso es que me encuentro ante una película que no sé muy bien como calificar, pero que a ratos se me ha antojado vacía y aparente. Es cierto que no está falta de ritmo, y posiblemente no llegue a aburrir a nadie. En mi opinión, pese a su tono solemne, quizás sea la que tiene más y "mejor" humor de la franquicia.

La película arranca con una de las mejores escenas firmadas por Singer, con los vestigios de los X-Men haciendo cosas de X-Men, cierto. Pero la verdad es que a partir de ese momento, la película carece de todo lo que esa escena inicial promete. Casi sin acción, sin villano, sin X-Men, y por momentos diría que hasta sin alma. Ese alma que sí tenía First Class y que aquí no he llegado a encontrar pese a las buenas intenciones de todo el talento puesto ante las cámaras.

Puesto, que en ningún caso aprovechado. Michael Fassbender es, a excepción de un momento puntual, una sombra del fantástico Magneto que nos presentó Vaughn, quedando a merced de un personaje tan impulsivamente bipolar como siempre ha sido el Magneto de Singer. Y puede que no salte tanto a la vista porque, si bien tanto Fassbender como McKellen tienen tablas más que suficientes, el primero tiene algo más de carisma para lidiar con la falta de justificaciones en un guión que atropella demasiado algunos acontecimientos, en pos de una carga emocional que a mí no me ha llegado en ningún momento. Más adelante lo desgranaré un poco más. Un Peter Dinklage capaz de comerse la cámara, semana sí, semana también, en una serie de TV con decenas de personajes, que pasa por esta historia sin pena ni gloria. Un Patrick Stewart que parece estar más para que le den sopitas que para liderar un grupo mutante. Es cierto que el que tuvo retuvo, pero también lo es que la edad no perdona, ni siquiera al profesor Xavier.

No os engañéis, por más mutantes que aparezcan, aquí solo importan los jóvenes Charles, en menor medida Eric, y sobre todo Raven. Todo lo demás es accesorio, incluso el bueno de Lobezno pese a aparecer prácticamente en cada plano. Aunque se agradece que por una vez no sea el centro de la historia, se le sigue situando en una posición crucial tanto al principio como al final de la cinta.

En resumidas cuentas, creo que es mejor que La decisión final (o la primera X-Men), pero bastante inferior a First Class, siendo una secuela en cierto modo a ambas, aunque al meter Lobezno Inmortal en continuidad, hay un error en ella. Pero eso tambén lo profundizaré más adelante.

Para acabar, los autoguiños sobran un poco, la verdad, y como conclusión positiva, parece que la antigua formación se retira de la circulación y seguiremos adelante con McAvoy, Lawrence, Fassbender y compañía, y un montón de posibilidades a explorar. Y Lobezno, claro...

Vayamos ahora a por los spoilers.

La dichosa continuidad

Como ya he dicho en otras ocasiones, cuando uno trabaja con un medio como el cómic, los errores de continuidad son el pequeño precio a pagar por décadas de historias, con los personajes pasando por las manos de decenas de creadores, editores, e incluso varias generaciones de lectores. Es algo que uno asume con naturalidad como lector. Lo que no me parece admisible es que cuando hablamos de una saga de CINCO películas más DOS Spin-offs, se produzcan errores tanto o más graves en esta continuidad, con una última película dedicada en gran parte a solucionarlos.

Los más visibles. Empecemos por Stryker. Sí, William Stryker, el hombre que forjó el Adamantium en el esqueleto de Logan, aparece como un joven militar en 1973.


Pero, un momento... ¿William Stryker no reclutaba a Logan en la guerra de Vietnam en "X-Men Origins Wolverine"? ¿Y por qué era 20 años mayor entonces de lo que es en 1973, donde además, nunca ha conocido a Logan? Si con siete películas, ya tengo que considerar una fuera de cánon, mal vamos.


Segundo: las garras de Logan. Sabemos que al final de "The Wolverine" (Lobezno Inmortal) Logan pierde las garras de Adamantium. En este caso no pueden decirnos que la película está fuera de continuidad, puesto que bien se empeñaron con las escenas de Jean Grey en dejarnos muy claro que sucedía en algún momento tras su muerte. También dejaron muy claro con la escena post-créditos que todo ocurría poco antes de esta nueva película. Pues bien, mágicamente sus garras vuelven a estar forjadas de adamantium sin explicación alguna. Quizás solo para que, cuando viaja al pasado, pueda comprobar que el viaje ha funcionado en esta escena (en lugar de mirar por la ventana).


Eso sí, una vez vuelve a despertar en el futuro y comprobar que todos sus amiguitos muertos están bien, no se le ocurre mirar qué ha pasado con su vida en esos años, si volvió a vivir el calvario del adamantium o tuvo una vida mejor. Todo porque no conviene de cara al espectador. Pues un servidor no les compra la moto, lo siento.

Tercero. El flashback de Jean Grey ¿Recordáis esta escena?


Es cierto que este error ya se arrastra desde First Class, hay que ser justos, y en cierto sentido intenta justificarse, pero hay que hacer un gran esfuerzo para verlo. Como el guión no se ha molestado en hacerlo (porque sabe que, en última instancia, es imposble), ya lo hago yo por vosotros. Sabemos que la droga de Bestia (llamémosle así) permite a Xavier caminar. Sería posible que, ante el "descubrimiento" de Jean Grey y el peligro de su potencial, Charles y Eric firmaran una "tregua" temporal para acercarse a ella. Pero, un momento... usando la droga, Xavier no podría usar sus poderes, así que, o no podría andar, o no podría hablar mentalmente con ella. Así pues, error insalvable.

Y podría haber más, insisto, no relacionados con los cómics sino con su propia continuidad, pero no quiero encallarme en este punto.

Hablando de la droga de Bestia

Como recurso se podría calificar de acierto. La verdad es que por un momento temí que habían confundido a Bestia con Hulk, y éste se transformaba como fruto de la ira. Pero no, la droga le permite controlar a voluntad su mutación. Y remarco, CONTROLAR, en ningún caso hacerla desaparecer. No puedo considerar más que un error el hecho de que el centinela deje de atacarle por haberse inyectado en una de las escenas finales. Se supone que los centinelas detectan las células mutantes, y transformado o no, Hank McCoy es un mutante. La droga puede inhibir el efecto de esas células mutantes en su organismo, pero en ningún caso hacerlas desaparecer. Facilón, facilón...

Guiños, sí, pero tampoco es para tanto

No calificaría en ningún caso esta película como una sucesión de guiños. He visto más en un capítulo de Arrow... Si eliminamos los autoguiños a la propia franquicia cinematográfica, nos quedan muy, muy pocos.

La analogía de los cromagnones y neanderthales es una de las pocas frases de peso de Dinklage, guiño a la obra original.

La escena en la que Magneto atraviesa a Logan con las barras de metal es un guiño a una escena inversa, en la que arrancaba el adamantium de su cuerpo.


La pelea entre bestia y Lobezno en la Mansión recuerda varios momentos de los cómics, uno de los que más recuerdo, curiosamente, en los Astonishing X-Men... de Whedon!


La paternidad de Quicksilver. Guiño a medias, demasiado en coña para lo importante que es en sí. "Mi madre conoció a un tipo así" (wink, wink). Parece que en lugar de Magneto hablemos de Julio Iglesias...

Si, como yo, sois de los ilusos que esperaba ver una bola rápida (Coloso lanzando a Logan a toda leche contra un Centinela) "real", os acompaño en el sentimiento. Tal vez en otra vida tengamos más suerte...

Y hablando de Quicksilver...

Puede que Quicksilver haya sido una de las peores estrategias a la hora de promocionar la película. Pero lo cierto es que SÍ, sorprendentemente "la escena" de Quicksilver es divertida, y está muy bien hecha. Lo que no me parece normal es que nadie se queje de que una escena humorística y de transición tenga más peso que el desenlace de la trama en el pasado, por ejemplo.

Los momentos Maestro Yoda

Me cuesta distinguir dónde está el umbral de la pretenciosidad para la crítica. LEs cierto que los discursos emotivos le pegan mucho al Xavier del futuro, y la escena en la que habla consigo mismo no está de más, aunque si os paráis a pensarlo, tampoco es tan importante... A fin de cuentas, no se trata de un hombre tratando de convencer a otro para encontrar la fuerza que él nunca encontró. Sabemos que Xavier acabó superando esa crisis y convirtiéndose en el líder que los mutantes necesitaban, simplemente se estaba tomando un tiempo. Por lo tanto, la única finalidad de esa conversación, es adelantar ligeramente esa recuperación para evitar un evento que, por aquel entonces, nadie podía prever, y mucho menos anticipar sus consecuencias.
Y lo que ya no es ni medio normal es que hasta Lobezno tenga frases que firmaría el mismísimo maestro Jedi. ¿Emotivo? Pues para mí no tanto...

Y bueno, hasta aquí el tocho analizando la película, prometo ser más breve en el futuro, pero así de paso he ordenado mis ideas de cara al próximo programa. En definitiva, no es la mejor película de superhéroes, pero tampoco la peor.
Espero vuestros comentarios, reflexiones, o lo que os apetezca.
¡Salud@s a tod@s!

jueves, 6 de febrero de 2014

Kingdom Come Fancast


En vista de que "Batman vs. Superman" cada vez tiene más pinta de ser, cómo decirlo... un casting discutible, me he puesto a barruntar algún proyecto multi-personaje de DC que pudiera generarme ilusión. Y no queriendo entrar a modificar un universo compartido que ya se está llevando a cabo, la solución era sencilla.

Para los que no estéis familiarizados con la obra, a grandes rasgos, "Kingdom Come" es un Elseworld que transcurre en un universo en el que Superman se apartó del mundo tras perder a Lois Lane. Sin su brújula moral, las generaciones venideras de meta-humanos fueron perdiendo el rumbo; Wonder Woman intentará convencerle de regresar para enderezar la situación, aunque con unos métodos no siempre luminosos. Batman por su parte tiene otros planes, y reúne a su propio equipo. Mientras todo esto ocurre, un anciano irá teniendo revelaciones acerca de las consecuencias de estos acontecimientos acompañado por el Espectro.
En esta continuidad, a excepción de Superman y Wonder Woman, con quienes el paso de los años no es tan despiadado, encontraremos a muchos de los personajes veteranos durmiendo con un orinal bajo la cama y usando dentadura postiza como aquel que dice.

Este cast también me servirá como experimento sociológico para ver si, realmente, la gente siempre tiende a reaccionar mal ante cualquier elección de cásting.

Superman/Clark Kent: Ray Stevenson

Con su 1,93, un físico poderoso, y más o menos la misma edad que aparenta Clark en esta historia, creo que Ray encajaría a la perfección. Además, creo que puede aportar esa mirada un pelín melancólica de un Superman cansado. Y por no a elegir a John Ham, que ya aparece en todos los fancast de universo...


Bruce Wayne/Batman: Clint Eastwood

Bruce es posiblemente el personaje más cascado en Kingdom Come. Las cicatrices de una vida superheroíca siendo un hombre normal le obligan a portar un exoesqueleto mecánico. Si bien es cierto que Alex Ross lo sigue dibujando como un hombre corpulento, mi lógica dicta que para compensar el desgaste óseo y muscular, un Bruce anciano debería ser bastante más delgado, y Clint Eastwood es mi sueño húmedo


Wonder Woman/Diana: Monica Bellucci

Para una Wonder Woman un pelín más mature, la opción me ha parecido inmediata. Pese a que la mayoría de los fancast hablan de Lucy Lawless por las evidentes reminiscencias de Xena, creo que Monica es bastante más actriz, además de tener buenos hombros, pecho y caderas. La falta de algunos centímetros se puede suplir con facilidad (para que os hagáis una idea según las fuentes su estatura varía entre 1.71 y 1.79).


Green Arrow/Oliver Queen: Jeff Bridges

Aunque Ross lo dibujara como a Sean Connery, yo solo tengo dos palabras: Jeff Bridges.


Red Robin: Josh Brolin

Durante los últimos meses se ha hablado mucho de que él, y no Affleck, fuera Batman, así que Robin maduro, adjudicado.


Red Arrow: Daniel Craig

Otro sidekick crecidito para un actor que me convence.


Green Lantern (Alan Scott): Ed Harris

Otro retirado del mundo. Debo decir esta elección es de las que tengo menos claras. Así que señores de Warner, aprendan de mí y en estos casos, elijan siempre a alguien que caiga bien y tenga tablas.


Shazam: Brandon Molale

Para este no me he querido romper la cabeza, y he escogido al mismo actor que ya iba a encarnarlo en la fallida película. La verdad es que no lo conozco, pero físicamente me da el perfil, y aunque la presencia de Shazam es importante en la historia, realmente no presenta una gran dificultad interpretativa.


Aquaman: Kris Kristofersson

Es cierto que el dibujo de Ross me ha recordado mucho a Bill Nighy, pero al final me he decidido por Kristofersson, que parece tener algo más de mala leche.


Lex Luthor: John Goodman

Aprovechando que en esta historia Lex tiene, además de años, algunos kilos de más, me ha entusiasmado la idea de imaginármelo en el papel. Quizás sea el único, pero creo firmemente que podría funcionar.


Y ahora solo quedaría ver ¿Cual es vuestra reacción a este casting? ¿Cuales serían vuestras propuestas? Espero vuestros comentarios, y salir mejor parado que los responsables del "Affleckazo" y el "Eisenbergazo" ¡Saludos a tod@s!

miércoles, 5 de febrero de 2014

"August: Osage County". Un extenuante (y extremo) Tour de force sobre la família disfuncional.


"August: Osage County" no es una película que se pueda recomendar abiertamente a cualquiera. No es una experiencia agradable o paladeable; es por momentos abrupta, explícita y extenuante. Y no extenuante a causa del tedio o la indiferencia, sino por la montaña rusa de emociones y secretos debajo de la alfombra que van saliendo a la luz, con un ritmo cuidadoso y medido. Tracy Letts, al que muchos conoceréis como el odioso Andrew Lockhart de Homeland, firma un guión (adaptado de su propia obra de teatro) inteligente y verosímil, especialmente teniendo en cuenta los extremos por los que transita en algunos momentos, y con un metraje bastante ajustado.

Pues sí amigos, resulta que el senador es un guionista de talento...

Es, además de un brillante ejercicio de guión, una película de actores. Destacan muy visiblemente, la de siempre, Meryl Streep, y Julia Roberts como primera espada. Pero es que tanto Margo Martindale, como Chris Cooper o Sam Shepard y Benedict Cumberbatch (dentro de las limitaciones de su poco tiempo en pantalla) no les van a la zaga. Streep y Roberts protagonizan el punto culminante de la película en una de esas escenas que, si se te va de las manos, puede rozar el ridículo y la caricatura.

Where are the drugs??!!

Es cierto, la película no aporta nada nuevo en torno a un género tocado en multitud de ocasiones y desde puntos de vista muy diversos (desde Dublineses a Celebración), pero a fin de cuentas, más que contar algo nuevo, lo importante es contarlo bien; y bajo mi punto de vista, su director, John Wells, apoyado en los pilares ya nombrados, un buen libreto y un gran casting, sale bien parado del envite.

Otro de los problemas que presenta para poder satisfacer a todos los públicos es esa sensación de no resolución con la que nos deja el final. Ese no debe de ser el objetivo de una película de este estilo, en las que se nos hace testigos de algunas "confesiones", puntos de inflexión en las relaciones entre sus personajes, pero que ya traían su propio lastre, y que deberán seguir  evolucionando, en la dirección que sea, más allá de nuestra presencia circunstancial.


A su favor hay que decir que aprovecha perfectamente una constante de la condición humana: nos gusta la carnaza, y nos gusta en pedazos grandes. Entre bocado y bocado, nos va ofreciendo treguas relativas, pequeñas dosis de humor (raramente inofensivo), algo de ternura (no exenta de cierta mala leche a medida que se van desvelando algunos secretos), o incómodos silencios antes de la tempestad.


En definitiva, si salir del cine con sensación de desgaste os va a parecer una mala inversión, o este tipo de historias no os dice nada, lo mejor será que esperéis al visionado doméstico. Si por el contrario sentíais curiosidad, espero que os haya sido útil este repaso sin spoilers a algunas de las que yo considero sus principales bazas, y también algunas cositas que podrían jugar en su contra.

¡Saludos a tod@s!

jueves, 23 de enero de 2014

Rush (2013, Ron Howard). Dos hombres, una rivalidad.

  

Es muy común entre los menos asiduos a la Fórmula 1, grupo en el que me incluyo, estar más o menos familiarizados con la rivalidad vivida entre Prost y Senna, posiblemente mucho más "célebre" que la que nos ocupa. Tampoco es ajeno a casi nadie el nombre de Niki Lauda, tri-campeón del mundo, aunque solo sea a raíz del aparatoso accidente que le dejó parcialmente desfigurado; o desdramatizando, aunque solo sea a raíz de la versión de Lady Laura que hicieron los Petersellers titulada, lógicamante, Niki Lauda (agárrate fueeerte Niki Lauda, que viene una cuuurva Niki Lauda..). Pero como decía, lo que muchos no conocíamos era esa otra rivalidad entre Lauda y James Hunt, que alcanzó su punto culminante durante el Campeonato de 1976, el año del accidente de Lauda en Nürburgring, durante el GP de Alemania.

Pero para hablaros de esa historia, os dejo en mejores manos que las mías, las del director Ron Howard, el guionista Peter Morgan (en colaboración directa con el propio Lauda), y todo el elenco que firma uno de los títulos imprescindibles del pasado 2013.

Más allá de los hechos, "Rush" nos habla de dos hombres totalmente diferentes cuyos caminos se acabaron encontrando irremediablemente, pero de cuya colisión acabando brotando un respeto y admiración mútuos que transcienden a los acontecimientos, y que han sido retratados con una precisión quirúrgica en esta cinta.


Uno tenía los medios, el conocimiento, y una capacidad analítica que, por momentos, le hacían parecer más máquina que hombre. El otro era rápido y furioso, osado y desafiante. Uno no parecía dispuesto a arriesgarse por encima de un porcentaje límite; el otro vivía cada momento como si fuera a ser el último. Uno es una leyenda viva que tuvo que pagar el precio de romper, aunque solo fuera por una vez, su propia regla; el otro acabó pagando el precio de llevar su vida al límite también fuera de los circuitos. Los dos tenían el talento, y de algún modo, aunque solo fuera por un tiempo, la existencia de cada uno sacó lo mejor del otro. Esa es la historia que nos cuenta "Rush", ¡y vaya cómo nos la cuenta!

Muchos son los méritos que podemos encontrar en esta producción. Un exhaustivo trabajo de documentación que hace que sus personajes se sientan tan reales como si estuviéramos viendo lo que pasó a través de un visor del tiempo. Una ambientación cuidada al detalle, incluyendo además algunos de los coches reales y mezclando con mucho acierto imágenes de archivo en el montaje. Un montaje que además resulta trepidante, y que pese a condensar muchos años en 2 horas justitas, no parece dejarse nada importante en el tintero. Y también un trabajo de cásting excepcional, que no solo aporta unos parecidos físicos sorprendentes, sino unas actuaciones de muchos quilates.



Y por encima de todos destaca "nuestro" Daniel Brühl, que se come la pantalla en una tarea tan complicada como la de "clavar" a un personaje vivo y célebre, con un lenguaje corporal y unas expresiones muy características, sin parecer una caricatura o una pobre imitación. El propio Lauda, que pasó mucho tiempo con él durante su preparación, quedó impresionado al ver la película, no pudiendo contener un "Shit! That's really me!". Pero es que incluso Hemsworth, hacia quien no albergaba grandes esperanzas, hace un trabajo destacable; es un mérito que no se le debe restar por más que el papel le vaya como anillo al dedo.

"Rush" se convierte bajo mi punto de vista en una de las mejores películas deportivas de todos los tiempos, entrando en ese olimpo personal en el que reinaban cintas como "The Damned United", "Rocky" o "Evasión o victoria". También me parece, cuanto menos, una de las 10 mejores películas de 2013, motivo por el que duele especialmente que la Academia se la haya fumado sin filtro de cara a los Oscars. Podía haber optado sin demasiados aspavientos a cualquiera de estas categorías: Actor principal (Brühl, pese a que los Globos de Oro le consideren inexplicablemente de reparto), Actor de reparto, Banda Sonora, Dirección, Edición, Guión, Maquillaje y peluquería, e incluso Mejor Película. Uno pensaría que, de todas esas, la encontraríamos al menos con 3 nominaciones; nada más lejos de la realidad, ni una sola. En cambio dan visibilidad a trabajos mediocres (siendo muy generoso en algunos casos) como "The Lone Ranger", "Jackass presents: Bad Grandpa", "Saving Mr. Banks" o "Lone Survivor". Desde luego, creía que habían perdido la capacidad de sorprenderme, pero lo cierto es que cada año acaban haciéndolo de un modo u otro.

En definitiva, recomiendo "Rush" sin reservas de ningún tipo, para aficionados y no aficionados, conocedores de esta historia o, como en mi caso, completos ignorantes. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

¡Saludos a tod@s!