viernes, 22 de mayo de 2015

Fan Fiction - Batman: La cura. Capítulo uno.

Hola a todo@s. Hace un tiempo que tenía abandonado el blog. La verdad es que no me apetece convertirlo en un blog "redifusor" de noticias recopiladas de un lado y otro, y últimamente no dispongo de tanto tiempo para las críticas más allá del podcast, así que voy a probar con este pequeño experimento. Mi intención es publicar de manera semanal/quincenal micro-capítulos de este fan fiction sobre Batman que estoy puliendo a partir de un borrador que tenía hace un tiempo. 

Aclarar que, simplemente a nivel estructural, no se trata de un guión para un cómic. Utilizaré una narrativa libre para explicar la historia que quiero contar, a través de episodios cortos de frecuencia periódica. Espero que os guste, y vuestros comentarios, críticas y sugerencias serán bien recibidos.

Nota: Este es un fan fiction publicado sin ánimo de lucro ni agravio, en un blog que no recibe ingresos de ningún tipo. Todos los personajes (a excepción del Dr. Corserra), ubicaciones, y marcas registradas utilizadas en esta historia son propiedad de DC Comics, que podrá solicitar a través de cualquier vía la retirada de esta publicación.

Batman: La cura. Capítulo uno.


Noche cerrada en Gotham, sólo un haz de luz rompe la oscuridad proyectando sobre el cielo el símbolo del murciélago. Una figura silenciosa se balancea entre los tejados; los últimos meses han sido especialmente tranquilos, patrullas rutinarias y criminales de poca monta tentando a su suerte, esperando que asuntos mayores mantuvieran sus manos ocupadas y su mirada lejos de ellos. Pequeñas escaramuzas que podría dejar en manos de cualquier otro, pero siente que necesita mantener sus sentidos afilados y sus músculos preparados tanto como respirar. Aunque durante todos estos años, amenazas mayores y compañeros increíbles hayan cambiado su mundo, el hombre bajo la máscara no olvida su camino solitario, y nunca olvida que todo empezó con una pequeña escaramuza, que bien podría estar tentado de dejar en manos de cualquier otro…

James Gordon espera en la azotea del GCPD, apurando un cigarrillo medio a escondidas, convencido de que aparecerá pese a no haber tenido contacto con él en un tiempo. Sabe que llegará sin que lo vea venir, como s…

B -Comisario.
G -Justo a tiempo – apagando su cigarrillo-. Hay algo que debes ver. Nos están esperando en Arkham, supongo que no tienes nada mejor que hacer, ¿verdad?
B -¿Arkham? Mis sistemas no indican ninguna anomalía.
G -Oh créeme, es una anomalía, una gran anomalía.
B -Conozco ese tono, James.
Gordon dibuja una mueca, y su gesto se vuelve solemne.
G -Supongo que no tiene sentido trivializar contigo… Sé que recuerdas tan bien como yo la primera vez que nos encontramos aquí.
B -Joker… (casi un gruñido).
G –Pues esta podría ser la última vez que lo hagamos para hablar de él. Al parecer Arkham ha estado trabajando con un colaborador externo en su caso, un tal Corserra, especialista en psicosis y otros trastornos de la personalidad.
B -¿Por qué no he sido informado?
G –Créeme, yo me he hecho la misma pregunta. Pero lo cierto es que por más que se haya metido en nuestras vidas, el Joker no nos pertenece. Aunque cada vez que las cosas se desmadran nos toque a nosotros apagar los fuegos y recoger la basura, técnicamente lo que pase dentro de esas instalaciones es solo incumbencia de Jeremiah Arkham. Y al parecer él y su nuevo amigo están convencidos, qué demonios –se detiene un instante y enciende otro cigarrillo-. Están convencidos de haberle… “curado”.
B –…¿Y tú que crees?
G –Ya sabes lo que creo. Creo que en un mundo justo, la muerte le habría reclamado hace tiempo sin tener que ponernos a ti y a mí constantemente entre él y nuestros principios. Creo que no existe redención por lo que nos ha hecho a ambos, y a esta ciudad. Y creo que soy un cabrón por pedirte esto, pero no estoy preparado para confrontarle y discernir. No creo que pueda mirarle a los ojos y ver a un hombre diferente, aún suponiendo que lo sea.
B -¿Y crees que yo sí?
La expresión del comisario se aligera nuevamente, mientras comienza a deambular.
G –Sé que tú sí, por eso tú eres el superhéroe y yo el policía. Pero eso no hace que me sienta menos culpable… ¿Nos vemos allí en 30 minutos?-Se gira hacia donde estaba Batman, que ya ha desaparecido-. Por supesto… que sean 15 pues - piensa en voz alta mientras pisa su cigarrillo apenas empezado y abandona la azotea-.


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.