Tributo a Bill Finger, el padre de todo lo que mola en Batman

 

Todo buen seguidor de Batman tiene la obligación moral de saber quién fue Bill Finger y cual fue su aportación a la estética y los mythos de uno de los personajes más populares de la historia del cómic.

Es relativamente normal tener presente el nombre de Bob Kane, el creador ACREDITADO de Batman; incluso los seguidores más casuales suelen estar familiarizados con ese nombre, aunque sólo sea de manera superficial.

Kane contrató a Finger como "ghost writer" (también conocido como "negro" en español) en 1938 para guionizar sus tiras cómicas. Me atrevo a decir que, hasta su aparición, Kane era un dibujante normalito, y un guionista mediocre. Un año después, una noche, Finger recibe una llamada de Kane pidiéndole que echara un vistazo a unos bocetos para un nuevo personaje que se le había ocurrido; a raíz del éxito arrollador de Superman, National (DC) andaba buscando nuevos personajes para ampliar su catálogo. Pocos hubieran imaginado por aquel entonces la relevancia de esa llamada, quizás, el mayor mérito de Kane en toda esta historia. Se fraguaba el nacimiento de "The Bat-Man". Pero hasta esa primera revisión del genio creativo, la palabra importante aquí es bocetos, y ahora os explicaré por qué, pero veamos antes cual era la visión original de Batman de Bob Kane.

El bombero murciélago? Robin con alas?

Fue precisamente Finger, y así lo han recogido varios cronistas buceando entre años de historias contradictorias en las palabras y declaraciones de Kane, quien "sugirió" toda una serie de cambios que, a la postre, marcarían una estética absolutamente rompedora en 1939, y que se ha mantenido prácticamente invariable hasta la fecha. Finger propuso cambiar el antifaz por una capucha con orejas de murciélago. que no se vieran los ojos de su portador, las alas por una capa, sustituir el color rojo, totalmente carente de oscuridad, por el gris, y añadir unos guantes. Así, después de pasar por su genial tamiz interpretativo, éste fue el Batman que finalmente vio la luz.

Como un huevo a una castaña

Pero Finger no solo fue vital en la estética final de Batman, sino que también provienen de él algunas de las mejores ideas que rodean al personaje, como su nacimiento, probablemente la más icónica historia de origen de un superhéroe.

Detective Comics #33. Guión por Bill Finger, lápices Bob Kane

Batman #47 "The origin of the Batman" Guión por Bill Finger, lápices Bob Kane

De su mente surgió la idea de concebirlo como un detective, con conocimientos científicos y forenses, y no únicamente un vigilante como pretendía Kane. Y más adelante el Batmóvil, la cueva, los gadgets... Prácticamente, todo lo que mola en Batman.
También fue él quien le puso nombre a Bruce Wayne (inspirado en Robert Bruce, héroe escocés, y "Mad" Anthony Wayne. héroe americano), y quien, como un Watson para Sherlock, sugirió la necesidad de un Robin para Batman (aunque la idea de que fuera un jovencito fue de Kane, posiblemente la parte más "incómoda" para muchos).
Asimismo, diseñó y narró el origen o motivaciones de muchos de los enemigos y aliados de Batman, como el Pingüino, Catwoman, Enigma, James Gordon o Alfred Pennyworth.

En 1940 entró en juego otro nombre clave, el tercer vértice del triángulo, Jerry Robinson. Para quien no esté familiarizado con el nombre, os explicaré brevemente la historia. En una de sus reuniones creativas con Kane y Finger, Robinson se presentó con una idea para un enemigo para Batman, una carta de juego, un Joker, que podría funcionar además como "la firma" particular del villano.
Entre Bob Kane y él comenzaron a trabajar en los bocetos, y cuando Bill Finger, gran amante del cine, vio el primero de ellos, tuvo una especie de revelación con Conrad Veidt en "El hombre que ríe" (película de 1928). Una carta, un boceto, unas fotos y...

Habemus Joker

Jerry Robinson, uno de los grandes defensores de Finger y co-creador del Joker

Pero como en el caso de Batman, Finger no solo fue una parte importante en el diseño del personaje, sino que como escritor, decidió muchos de los aspectos interesantes acerca del Joker, como su identidad desconocida, o la historia que sirvió de base para obras como La broma asesina o El hombre que rie: The man behind the Red Hood.

Cuando Bob Kane negoció por su cuenta los derechos de Batman con National Comics, se aseguró una mención para sí mismo en todas las futuras historias y adaptaciones, pero dejó fuera del acuerdo a Finger, dando el pistoletazo de salida a una polémica que duraría varias décadas.

Mi tesoroooo...

Bill Finger era un hombre creativo y genial, y como muchos de ellos, su mayor problema siempre fueron la constancia y los dichosos plazos. Algo que, sumado a su inseguridad, y el hecho de haber trabajado en la sombra durante demasiado tiempo, le llevó a no destacar tanto como uno podría imaginar teniendo tantísimo talento. Aunque siguió trabajando en varias publicaciones, participando también en la creación y las primeras historias de Green Lantern, ya nada volvió a ser lo mismo para él; lo que podría haber sido la astronómica carrera de uno de los auténticos héroes del cómic americano, se convirtió en una trayectoria de altibajos, sin ningún otro hito a la altura de sus aportaciones a Batman.

Y quizás el motivo principal fuera precisamente Batman. Tras separarse de Kane, Finger pasó buena parte de su vida luchando por que se le reconocieran sus méritos y su gran aportación a la creación del personaje. Pero durante mucho tiempo Bob Kane fue un hombre orgulloso y obstinado al respecto, llegando a escribir en una carta abierta a los fans en 1965 lo siguiente.

"it seemed to me that Bill Finger has given out the impression that he and not myself created the ''Batman", as well as Robin and all the other leading villains and characters. This statement is fraudulent and entirely untrue."

Para los que no sepáis inglés, son unas palabras bastante duras, tildando las reclamaciones de Finger de "fraudulentas y completamente falsas".

El tiempo es cruel, y en 1974 Bill Finger falleció sin haber recibido crédito alguno por sus aportaciones en vida. Y no fue hasta que el propio Kane comenzó a temer a la muerte, cuando en su autobiografía de 1989 escribió lo siguiente:

"Bill Finger was a contributing force on Batman right from the beginning. He wrote most of the great stories and was influential in setting the style and genre other writers would emulate ... I made Batman a superhero-vigilante when I first created him. Bill turned him into a scientific detective." (Bill Finger fue una fuerza que contribuyó a Batman desde el mismo inicio. Él escribió la mayoría de las grandes historias, y fue influyente a la hora de establecer un estilo y género que otros escritores emularían... Yo hice a Batman un superhéroe vigilante, Bill lo convirtió en un detective científico.)

Y aunque se declaró arrepentido, y hasta dijo que si pudiera volver atrás en el tiempo habría actuado de otra manera, el gesto llegó quizás demasiado tarde. Jerry Robinson, del que ya hablamos antes, llegó a decir que una de las cosas que nunca le perdonaría a Kane fue cómo trató a Finger. "Yo lo vi, yo estuve allí". Y personalmente debo decir que estoy totalmente de acuerdo con él; mi visión de Bob Kane es prácticamente la de un villano. Seguramente Shuster y Siegel no tuvieran el mismo peso en la creación de Superman, la diferencia es que siempre fueron dos iguales trabajando juntos, y no empleador y asalariado como en este caso. Bill Finger nunca quiso arrebatarle a Batman a Bob Kane, pero el ego y el dinero son malos consejeros, y todavía a día de hoy, sus herederos siguen luchando por un reconocimiento que, sea por motivos legales, por miedo a las medidas que pudieran tomar los herederos de Kane, o simplemente por no reconocer un gravísimo error histórico, DC Comics todavía no le ha concedido.

Dicen las crónicas que, tras su muerte, su hijo rindió el último gran homenaje a Bill Finger, y despidió a su padre disponiendo sus cenizas de una manera que os resultará familiar.

Extraído de "Bill, The boy Wonder". Por Ty Templeton, otro de los grandes defensores de la labor de Finger.

Pero hubo más, y los profesionales del medio sí le han dado el merecido reconocimiento que a nivel corporativo todavía no ha recibido. De manera póstuma, Bill Finger entró en el "Jack Kirby Hall of Fame" en 1994 y el "Will Eisner Award Hall of Fame" en 1999. El propio Robinson, quien siguió luchando por el legado de Finger, estableció desde 2005 en la Comic-Con de San Diego el "Bill Finger Award For Excellence In Comic Book Writing", premio que se entrega a un escritor vivo y a otro fallecido por sus contribuciones, en sus propias palabras, para que nunca más se repita esta historia.

Muchos grandes de la industria le han homenajeado en sus obras; Geoff Johns en su noche más oscura, el actual equipo creativo, Scott Snyder y Greg Capullo en Batman #30, Ed Brubaker y Grant Morrison en varias ocasiones, o Jeph Loeb en Hush, entre otros muchos. Pero para mí, el más bello y conmovedor, es el que le dedicó Alex Ross en su Batman: Guerra contra el crimen. No hablamos de un guiño semi-oculto en la historia; ni siquiera de un guiño a la vista de todos. En su primera página, y sin dejar lugar a dudas, a un servidor se le encogió un poquito el corazón al leer la dedicatoria: "To Bill Finger, the real Batman". Ni co-creador, ni fuerza contributiva, ni esas tibiedades en las que se mueven personajes como Jim Lee o la cúpula directiva de DC: El auténtico Batman. Eres muy grande, Alex Ross.

Y desde The Dark Critic, lo único que puedo decir es que ojalá hubiera vivido para verlo...
Espero que os haya gustado, y que haya servido para que conozcáis un poquito mejor a este gran hombre, o simplemente para que me hayáis acompañado, dedicando unos minutos a su recuerdo si ya lo conocíais.

¡Saludos a tod@s!