lunes, 24 de junio de 2013

"Man of Steel" desde el corazón. The Dark Critic vs. la crítica profesional


Quienes hayáis escuchado ya el extenso podcast que grabamos hace unos días (y que podéis encontrar en mi última entrada), sabréis que intentamos realizar un análisis objetivo y tomando cierta distancia, tratando tanto aquello que nos parecieron virtudes, como lo que nos parecieron defectos en la película. Todo ello con la naturalidad de una conversación entre colegas: sin un guión, sin necesidad de compartir la visión del otro, y como digo, sin afinidades, intentando mantener la distancia que requiere una revisión que, aunque informal, pretende ser ecuánime. Y en un caso tan polarizado como este, corremos el riesgo de no acabar de llegar ni a unos ni a otros, pero como digo, pese a lo que se te pueda quedar en el tintero, es un riesgo que hay que asumir cuando uno pretende hacer ejercicio de su criterio.

Y como creo que en ese ejercicio ya hablamos lo suficiente de consideraciones técnicas, de interpretaciones, de guiños, de detalles, y hasta de desarrollo argumental, hoy quiero hacer una aproximación completamente diferente a la película. Hoy no haré otro acercamiento objetivo, hoy quiero hablaros con la mano en el corazón y la S en el pecho; hoy dejaré que os hable el niño que se hizo mayor para que os explique por qué este símbolo vuelve a tener significado para él, por qué "Man of Steel", con sus pros y sus contras, vuelve a abrir la senda de la esperanza.

Si algo se puede decir de Superman sin miedo a equivocarse, es que definitivamente fue el primero. En mi caso personal también se aplica; mi interés por los cómics, que ha perdurado y crecido con los años, nació junto a otras dos publicaciones, con Superman. Por su universalidad, por ser el cómic más fácil de encontrar en cualquier quiosco tras una traumática visita al dentista o al practicante, y por las periódicas reposiciones de "Superman: The Movie", el personaje quedó entrelazado a las fibras de mi desarrollo, pero siempre fundamentado en la candidez de la visión de un niño, sin una gran necesidad de que el personaje supere al símbolo, o que el desarrollo de una película trascienda más allá de un discurso y del propio mito.

Si algo soy en esta vida es "mediófago": consumo vorazmente todo lo que me entre por los ojos y oídos, y hasta puedo encontrar perlas, embriones de ideas o destellos de genialidad en productos menores. No existe otra vía para ser un auténtico comiquero o cinéfago. Pero a la hora de elegir tus predilecciones, y a la hora de descartar, cuando el tiempo deja de ser un bien ilimitado y el aburrimiento se convierte en un lujo, uno comienza a desarrollar ese sentido que acabará convirtiéndose en su criterio. Por aquel entonces llegó Batman, y ya no hubo vuelta atrás, quedé fascinado por el personaje mientras las aventuras de Kal-El habían dejado paso a cierto hastío e indiferencia. Pese a todo, nunca quise formar parte de guerras entre seguidores como si necesariamente hubiera que someterlos a un enfrentamiento constante. Creo que si algo ha predominado en la relación entre ambos sobre el papel, con sus altibajos y sus salidas de tiesto, ha sido el respeto. Batman siempre ha respetado el inmenso poder y la influencia que podía despertar sobre la gente Superman. Éste por su parte, si a alguien ha escuchado y respetado, por encima incluso de su propio criterio durante su vida, aparte de su propia família, ha sido a Batman. Tomar partido en una guerra que a mí no me decía nada carecía de sentido, Superman siempre tendría para mí ese valor como icono, como predecesor, y hasta de vez en cuando podía permitirme colgar emocionalmente la máscara para ponerme la capa roja, aunque sólo fuera por un tiempo.

Así, en 1992, con 12 añitos, a un servidor se le encogió el corazón al escuchar en televisión aquello de "Superman ha muerto". ¿¿Cómo?? ¡¡Superman no pude morir!! Y no pensé aquello porque ingenuamente le creyera invulnerable, sino porque le consideraba inmortal como símbolo. No había tanta información como ahora y en cuanto se publicaron los tomos en español, allí estaba yo para hacerme con ellos. Y aquel día, quien les habla, derramó algunas lágrimas por Superman... "El primero" había muerto, y mientras pasaba aquellas páginas, de repente el mundo parecía un lugar más triste y oscuro. Nada importaba el distanciamiento, una luz poderosa y brillante parecía haberse apagado para siempre, y como si del primer amor o de los amigos de la infancia se tratara, decía adiós a Superman sintiendo que, aunque tiempos mejores llegarían, siempre llevaría conmigo ese vacío. Esas lágrimas quedaron mancilladas cuando más adelante se destapó la treta, pero no fueron mancilladas por el símbolo, sino por una editorial que jugó con los sentimientos de varias generaciones para llenarse los bolsillos. El poco interés que me pudiera quedar por la serie regular quedó sepultado, y no fue hasta una edad adulta cuando recuperé algo de interés en algunos de aquellos episodios.

La muerte de los principios editoriales
Superman pagaría caro aquel mancillamiento, y durante mucho tiempo no conseguiría remontar el vuelo. Fuera del papel, "Lois y Clark" nunca me dijo nada, y más adelante "Smallville" consiguió despertar mi atención al principio, pero acabó generándome tanta o más indiferencia que en su día el cómic. Solo la pequeña maravilla creada por Grant Morrison con "All-Star Superman" consiguió que este corazón volviera a estremecerse con el azuloso.

Detrás del adulto seguía el recuerdo del niño para el que, como dije, tampoco estaría de más sacar del baúl de los recuerdos la capa roja de vez en cuando. El revisionado de las películas de Donner se puede convertir en un ejercicio frustrante si se abusa de él, o si en una de esas veces, no se es capaz de mirar con la candidez de los ojos de un niño. Y es que, con el corazón en la mano, uno les guarda cariño, pero no han envejecido bien, o no tan bien como querríamos por más que nos resistamos a creerlo. Llegó un nuevo auge del cine de superhéroes, y un servidor no podía dejar de sentir cierto gusanillo por volver a volar con Superman en una pantalla de cine. Así, en 2006 llegó "Superman Returns", una película hecha con cariño por Bryan Singer, casi con devoción, pero que para alguien como yo, que ya no rendía tanto culto a ese mito (pese a que en mi estantería estén Superman y Superman 2 con montaje de Donner en blu-ray), se nos quedó muy corta. Singer se limitaba a copiar y reproducir, eso sí, como dije con mucho mimo y buen pulso, una fórmula de 30 años. Tanto como película adulta, como a nivel de repercusión en los años siguientes, "Superman Returns" palidecía al lado de "Batman Begins", y se reabríó la guerra entre fans de unos y otros. Yo, que me mantenía al margen, lo único que sentía era cierta pena de que una no me emocionara ni una décima parte de lo que lo hizo la otra.

Es por eso que hoy, con la conciencia tranquila por haber tratado de cara y sin parcialismos todo lo que a mí me parece un problema, puedo presentarme aquí a romper todas las lanzas que hagan falta en favor de este proyecto. Parafraseando lo que en su día dije de "The Dark Knight Rises", "Man of Steel" dista mucho de ser una película perfecta, pero es la película que yo necesitaba.
Por primera vez me encuentro a un Superman en el cine con un pasado que hace que me importe; por primera vez me he emocionado con la muerte de Jonathan Kent en una pantalla. Por primera vez he visto a Superman tomar una decisión difícil, posicionarse en un momento de máxima crisis y hacerlo por decisión propia, no por lo que digan papá Jor-el o papá Jonathan. He visto el enfoque adulto de un Superman primigenio dándose a conocer a un mundo que nunca estuvo preparado para él, por más que en el enfoque infantil nos valiera creer que rescatar gatos y niños irresponsables que se tiran a las cataratas del Niágara sería suficiente. He visto un Krypton vivo y hermoso, y por primera vez me ha importado el destino de ese mundo por más que ya lo conociera. Y sobre todo, por fin he visto a Superman enfrentarse a una fuerza superior, a un villano que dista mucho de ser una caricatura. Y le he visto hacerlo en pleno descubrimiento de su potencial y con todas las posibilidades en contra, y pese a equivocarse puntualmente, le he visto levantarse, perseverar y triunfar. Y por todo eso, hoy puedo decir que Superman está entre nosotros, y como dije en su día, ha venido para sufrir, y para que suframos con él. Y amigos, para alguien como yo, esa también es una gran noticia. He sufrido y triunfado junto a Batman en tres grandes películas, eso ya no me lo quita nadie, pero entre nosotros, de vez en cuando también apetece sufrir y triunfar con Superman, y que el niño que se convirtió en adulto pueda recuperar algunas de esas sensaciones que la simple repetición nunca traerá de vuelta.

Y si hoy os traigo esta entrada tan intimista y sentimental es, principalmente, por el trato injusto, partidista e interesado al que gran parte de la crítica está sometiendo a la película. Cuando uno, por intereses de terceros quiere que un producto fracase, no interesa hablar de problemas de montaje; no interesa utilizar palabras como elipsis, lo que interesa son ataques sencillos que, aunque falten a la verdad, puedan disuadir a la parte de gran público que le da igual meterse a ver "Man of Steel" que "Fast and Furious 6" de no decantarse por la primera. Es aludir a los instintos más bajos del espectador y achacarle unas supuestas, pero falsas, dramatización excesiva, ausencia de cualquier sentido del humor, o peor aún, falta de valores. Si alguien aquí carece de valores son muchos de ellos. Sabiendo que a la fanaticada la tienen perdida, tiran con dardo a todo aquello que pueda influenciar al resto del público en general. Lo peor de todo es que lo están consiguiendo. Y puedo decir sin miedo a equivocarme que muchas de esas críticas vienen de gente que ni siquiera la ha visto, algo que ya pasó y salió al descubierto con "The Dark Knight Rises". Así que en vista de un ejemplo tan descarado de cómo atacar un producto sin hacer gala de los supuestos conocimientos por los que a uno le pagan, bien harían los portales más prestigiosos en empezar a aplicar filtros que garanticen que sus críticos han visto las películas en cuestión, y que lo hacen sin interferencia alguna. Y es que desde un tiempo a esta parte, ciertos termómetros que ya he nombrado suficiente, se han convertido en creadores de tendencias, y eso es pisar en un terreno muy peligroso en el que solo puede ganar el más poderoso. Como digo, "Man of Steel" no es ni mucho menos perfecta, pero señores, tampoco lo fue Vengadores ni lo han sido otras y nadie parecía tan empeñado en demostrárselo a la gente antes incluso de su estreno.

Así que, les guste o no, Superman ha vuelto, y esta vez lo ha hecho para quedarse; esperemos que de cara a futuras entregas Warner no tenga que reservar una parte de su presupuesto para influir en estos "termómetros" como parece que andan haciendo otros . Es algo que me provoca el mayor de los rechazos, y no me cansaré de insistir en que, la única opinión que vale, es la de cada uno. Así que dejen ustedes que "Man of Steel" recaude lo que tenga que recaudar, y que sea el tiempo, y el propio público, el que la acabe poniendo en su sitio.

Fdo. El niño que se hizo mayor.

¡Saludos a tod@s!

sábado, 22 de junio de 2013

Podcast: Review / Crítica / Análisis completo de Man of Steel. Spoilers.

Ayer pude participar en un extenso y completo podcast sobre Man of Steel con los compañeros Elchivas y Nails Malenko donde, entre los tres, intentamos analizar a fondo la película manteniendo la independencia y la objetividad. Fue mi primera experiencia de este tipo, un podcast "a pecho" descubierto" sin guión ni ninguna clase de filias o fobias, así que espero que os guste.

En unos días cerraremos el ciclo inicial Man of Steel con una crítica escrita que tendrá un carácter personal. Hasta entonces, espero que disfrutéis del podcast ¡Saludos a tod@s!

http://www.youtube.com/watch?v=ju-B3OCPWTM

martes, 18 de junio de 2013

Man of Steel: Up, Up, and blown away


En The Dark Critic ya hemos visto "Man of Steel", pero en esta reseña no entraremos en detalles por dos motivos. Primero: la cinta no se ha estrenado aún en España, donde tenemos numerosos lectores, y no queremos anticipar nada. Segundo: si no pasa nada este próximo viernes participaré en un video-podcast donde hablaremos largo y tendido de la película.

Para los que no sepáis inglés o no tengáis mucho backup del personaje, explicaré el por qué del título de esta entrada. Blown away se puede usar indistintamente tanto para anonadado/impresionado como para destrozado/destruido. Y es que creo que esas son las dos reacciones principales que está dejando "Man of Steel", mientras unos se declaran entusiasmados y superados por el espectáculo, otros se manifiestan abiertamente indignados y hasta cabreados. De ahí el juego de palabras con el famoso "Up, up and away" asociado a Superman.

Es difícil ser muy aclaratorio sin caer en el spoiler, pero quienes estéis haciendo un seguimiento a la acogida que está teniendo, sabréis que Mark Waid (autor de "Superman: Birthright" o "Kingdom Come") hizo una crítica bastante puntiaguda que ha tenido mucha repercusión en la red. Waid, pese a reconocer muchas de sus virtudes, declaraba tener el corazón roto, calificando como inadmisible uno de los grandes acontecimientos de la película, que provocó que todo lo demás no le importara lo más mínimo. A partir de ese momento prácticamente se inició una guerra abierta entre los defensores y detractores de MOS, con Waid en el ojo del huracán de la polémica.

Yo, aunque me sitúo mucho más cercano a sus defensores, debo manifestar abiertamente mi rechazo a esta dicotomía. No comparto por completo la opinión de Waid (aunque sí algunas de las cosas que dice), y además puedo apoyarme en argumentos, pero puedo entender su postura siempre que se manifieste como una opinión personal y no como un dogma. De todas maneras creo que se ha equivocado con el momento y el lugar para hacerlo, y desconozco si puede haber ciertos intereses oscuros detrás de este movimiento. No es muy normal, aunque solo sea por sentido común, que nombres directamente asociados al personaje se lancen a tumba abierta a la opinión pública; si te llamas Richard Donner, o John Byrne, o Grant Morrison, o Geoff Johns (etc) o te llamas Mark Waid, lo normal y aconsejable sería guardar una distancia prudencial.
Sea como sea, lo que no entiendo es que hordas y hordas de espectadores se hayan posicionado de una manera tan radical como la de Waid en una u otra dirección. El mundo ya está lo bastante polarizado como para comportarnos igual con el cine. Ver la película esperando un canon de la visión personal de cada uno sobre cómo debe ser el personaje es un error, y además es injusto. Es algo que no se le exige a otras producciones, y además es algo que nadie nos ha prometido. Esperar convencionalismo de algo que se nos anuncia como diferente, carece de sentido, y pretender que se rechace a nivel universal la visión de otro solo porque no coincide con la propia es un claro ejercicio de cinismo.

Puedo llegar a entenderlo en el espectador de a pie, que todos podemos cometer errores y ser demasiado apasionados en algún momento, yo el primero, pero en ningún caso lo puedo entender ni justificar en el caso de la crítica profesional. Hacía mucho tiempo que no veía una película de tanto seguimiento con una diferencia tan abismal entre la valoración de la crítica y la del público. No soy y no me gustaría ser "conspiranoide", pero tengo la sensación de que hay ciertos intereses detrás de todo esto. Como digo, no se trata de pretender que todo el mundo comparta mi opinión, pero me cuesta creer que los mismos críticos sitúen a "Fast & Furious 6" (aunque no la he visto), "Iron Man 3" (que tiene tantos o más defectos "canónicos" y visualmente ni se acerca) o "Superman Returns" (cuanto menos indiferente a la memoria colectiva) ampliamente por encima de "Man of Steel". Me cuesta creer que no tenga nada que ver con la fuerte inversión hecha por Disney para adquirir los derechos de Marvel. Me cuesta creer que no tenga nada que ver con el hecho de que el 4 de Julio se estrene "Lone Ranger", con exactamente el mismo presupuesto que "Man of Steel", pero muchísima menos expectación en la red (pese a una fuerte campaña publicitaria en USA). Me cuesta creer que el hecho de que algunos insistan tanto en la seriedad de la película como un defecto tampoco tenga nada que ver con que este mismo viernes se estrene "Monsters University" (una cosa es hacer saber a los padres que ésta última sería una opción mucho más apropiada para los niños, y otra muy diferente es cascarle una crítica negativa por ese motivo). En fin, que no me gustaría serlo, pero es que a veces no me dejan alternativa...

No hay producto perfecto, ni hay versión de un personaje tan universal que pueda contentar a todos. Por ejemplo, el Batman de Nolan no coincide al 100% con mi visión de Batman, y aún así, me reconozco admirador de su trilogía. Soy muy consciente de que hablamos de otro medio, y de que nadie se comprometió a ello. No lo soy porque un día los señores críticos se decidieran a crear una corriente de opinión positiva con "The Dark Knight", lo soy desde "Batman Begins" aunque pasara más desapercibida, y lo he sido con "The Dark Knight Rises", aunque esa corriente no se haya repetido. Tampoco lo soy porque le sacrifique corderos a Nolan en mis ratos libres, puedo hablar abiertamente y con cualquiera de las virtudes y defectos de esa trilogía. Y eso mismo espero poder hacer con "Man of Steel".
Así pues, que cada cual ejerza su criterio, que sea capaz de encontrarle pros y contras sin interferencias externas, y que forme su opinión general en función del peso de cada uno de ellos en la balanza. Pero por favor, huyamos del radicalismo y no dejemos que otros nos impongan su opinión, porque entonces cualquier diálogo, que para eso es para lo que empecé con esta aventura, se convierte en estéril y vacío. Y sí, esto es una petición a nivel personal, porque yo, a diferencia de quienes han decidido invertir emocionalmente en la defensa o el rechazo a ultranza, siempre lo he hecho en favor del diálogo y la crítica constructiva. Y por supuesto que en ese camino cometeré errores, pero creo que no hay pecado más grave que pretender crear opinión en lugar de compartirla.

Dicho esto, reitero que si todo va bien, este viernes hablaré largo y tendido de la película con los compañeros Elchivas y Nails Malenko. Ahí tendréis mucha más información, además de su visión y opinión, que será más "en caliente" que la mía porque por desgracia se sigue menospreciando el mercado español con determinados estrenos. Espero que sea un debate interesante y ameno, y que tanto yo como tod@s vosotr@s podáis disfrutarlo. Tan pronto como esté disponible en youtube lo enlazaré en el blog  y las páginas de facebook y twitter.

¡Saludos a tod@s!

miércoles, 12 de junio de 2013

Matando el tiempo antes de la mid-season: "Da Vinci's Demons"




El tiempo de espera entre el final de temporada y el inicio de la mid-season resulta perfecto, maratones aparte, para darse un garbeo por las series que a un@ se le van quedando atrás durante el año. En mi caso, me ha servido para descubrir esta serie de FICCIÓN (luego aclararé por qué lo remarco) que nos llega de la mano de David S. Goyer, creador de luces y sombras, capaz de cosas tan destacables como la trilogía del caballero oscuro o la primera "Blade", y de otras tan prescindibles y hasta desdeñables como "Blade Trinity" o "Ghost Rider: Spirit of Vengeance". Lo que está claro es que, sea como sea, Goyer es un creador con una fuerte base comiquera, y ésta se respira también en la serie.

Da Vinci's Demons nos propone una fantasía en la que un joven Da Vinci se embarcará en la búsqueda de un objeto místico llamado "The Book of Leaves" que, según se nos plantea, parece contener las respuestas a muchos de los secretos del universo. Para darle un marco, se nos sitúa con Leonardo empezando a trabajar para los Medici como ingeniero militar con el fin de evitar que el perverso Papa Sixto IV y sus aliados tomen Florencia. La ciudad aparece representada como la emergente capital de las artes y las libertades, pero también del "libertinaje y el pecado" a ojos de Roma, aunque esto último sea solo un pretexto para maquillar su verdadero propósito, que no es más que el de siempre, el vil metal.

A falta de ver el último episodio de la primera temporada, la serie me está resultando entretenida y disfrutable, con muchos de los elementos típicos en este tipo de producciones: una historia orientada a una continuidad no definida, romance, sexo, conspiraciones, traición, algunas dosis de violencia, y también algo de aventura.

Dicho esto, aquí va mi aviso para navegantes: Si sois una de esas almas sensibles que no tolera que una ficción se ambiente en un momento histórico real sin intención alguna de recrearlo, o que se use a un personaje histórico para sacarlo de su realidad y componer algo nuevo en busca únicamente del entretenimiento, esta no es vuestra serie. Aunque se toman algunos elementos reales de la vida y los diarios de Leonardo, o de los acontecimientos de esta época, como digo, "Da Vinci's Demons" no pretende en ningún caso recrear la biografía del genio ni la época en cuestión; no tiene ninguna función más allá de la meramente lúdica. Es algo a lo que los lectores de cómic estamos acostumbrados, no solo con variaciones de las propias dinámicas internas de los personajes a fuerza de elseworlds y reinicios, sino también con la propia historia como, por ejemplo, en el caso de "1406" de Neil Gaiman o "300" de Frank Miller, pero que a otro tipo de público le puede parecer chirriante y molesto.
Leonardo se nos presenta como una especie de mezcla entre Peter Pan, Charlie Sheen, McGyver, Sherlock Holmes y Rain Man, y la serie funciona mejor como ente propio que alrededor de su personaje.
Tampoco creo que deba prestarle atención a ciertos peinados, a las blancas dentaduras de sus protagonistas, a la existencia del tabaco en Europa mucho antes de su llegada, o a los tricornios de los guardias de la noche de Florencia. Si me dijeran que "Da Vinci's Demons" es una serie histórica, entonces sí le prestaría atención y lo criticaría duramente, pero como voy avisado de que es UNA FICCIÓN, simplemente lo ignoro. Así que quedáis avisad@s.

Tratándose de Goyer, no es raro que muchos ya hayan establecido paralelismos entre este Leonardo y Batman. Es cierto que, como en Batman Begins, se nos presenta un recuerdo difuso de una experiencia traumática siendo niño implicando una cueva y murciélagos (tomada de los verdaderos diarios de Da Vinci); y sí, la secuencia en cuestión recuerda mucho a la película. Leonardo también es un diestro luchador en diversas disciplinas, e igual que Bruce Wayne es capaz de dar una aplicación práctica a sus diseños para servir a sus propósitos, por ejemplo, crear un "traje submarino". Otro punto en común sería el recelo de ambos a la hora de compartir sus secretos, y su carácter obsesivo. Algunos podrían ver en el joven Nico, su fiel aprendiz, una especie de Robin: vale, aceptamos barco, pero ahí se acaban las similitudes. El personaje de la serie no cuenta en ningún caso con la planificación con la que Bats afrontaría las situaciones, dejando demasiado en manos de la improvisación y el talento, y sus obsesiones le convierten en un personaje descentrado y obnubilado, todo lo contrario que el caballero oscuro. Hay similitudes, pero en ningún caso son el mismo personaje por más que algunos siempre quieran ver más allá de lo que hay.

"¿Qué te parecen las nuevas alas Robin?"
Para ir cerrando, aprovechando el rollo que me he tirado sobre la impermeabilidad de los lectores de cómic a la manipulación de la mitología y la historia, remarcaré que Goyer no es ni mucho menos el primero en insinuar esta relación entre Da Vinci y Batman. Ya desde su creación ambos han estado ligados, ya que cuando entre Bob Kane y Bill Finger imaginaran por primera vez al personaje, se basarían en uno de los diseños de Leonardo para unas alas que acabarían siendo la capa.

"The Bat-man", by Bob Kane, Bill Finger, and Leonardo da Vinci
También en uno de sus Elseworlds, DC nos presentaba una versión renacentista de Batman, encarnado en Tomas de Medici  como creación del propio Leomardo Da Vinci, no sólo los gadgets "tecnológicos", sino también el propio personaje y su imagen. Curiosamente, el capítulo en el que se nos mostraba por primera vez se titulaba "Leonardo's Demon". ¿Casualidad?

"Batman Annual #18 - Black Masterpiece", para quien le interese
Cierro aprovechando para recordaros, como siempre, que todos vuestros comentarios serán bien recibidos, opiniones sobre la serie, otras curiosidades, vuestras recomendaciones para este periodo pre mid-season, o lo que queráis ¡Saludos a tod@s!

Recordatorio responsable: "Da Vinci's Demons" contiene sexo, violencia, y lenguaje explícito, así que no es apta para todos los públicos, A partir de ahí, que cada un@ actúe bajo su propia responsabilidad ;)

viernes, 7 de junio de 2013

Lectura recomendada del mes: Batman Year One (1987)



Si hace poco más de un mes os recomendaba encarecidamente la primera colaboración entre Miller y Mazzuchelli, "Daredevil Born Again", hoy os traigo, de las manos del mismo tándem, el que todavía a día de hoy es considerado el mejor cómic de Batman, y posiblemente la mejor obra de Miller. Más que una lectura recomendada, es una lectura OBLIGATORIA. Esta obra no debería faltar en la estantería de nadie que se considere un verdadero seguidor del caballero oscuro, pero incluso si os habéis empezado a interesar recientemente por el personaje, este es un punto de partida perfecto, e igualmente imprescindible.

Las "Crisis en tierras infinitas" (1985, M.Wolvman/G.Perez) dejaron el universo DC patas arriba, no solo quitando de en medio a algunos personajes, sino también abriendo la puerta para rediseñar el origen y la mitología de los que sobrevivieron. En 1986 John Byrne se encargó de Superman en "Man of Steel", y aunque su trabajo suele ser generalmente aceptado, lo cierto es que tomó algunos elementos de lo que ya hizo Richard Donner en "Superman The Movie", y tampoco aportaba una transformación radical al personaje. Además, como digo, pese a la aceptación general de su trabajo, DC ha ido añadiendo modificaciones a ese origen prácticamente cada 3 semanas.

En cambio en el caso de Batman, poco o nada se ha tocado en estos 25 años largos, hasta el punto de que para las series regulares de Batman los "New 52" (el más reciente reinicio del universo DC) quedan prácticamente como una anécdota pese a la nueva numeración.

Al caso. Durante muchas décadas, Batman fue un personaje importante pero acotado a un tipo de lector muy concreto, y en el ámbito superheroíco más perdido que el Fary en la NBA (en la primera encarnación de la JLA o en las propias "Crisis...") .Un personaje sonriente, benévolo, y que hasta tuvo que cargar con el estigma de la serie televisiva de los 60. Que sí, que algunos le tendréis cariño, y otros siempre la recordaremos con esa sensación de amor-odio con diferentes inclinaciones, pero que para el mundo editorial fue un lastre de inimaginables dimensiones.

Pero llegó un Miller en plena forma, en su momento más introspectivo a la hora de reflejar a sus personajes, y sin tirar de Jokers ni Dos Caras, respetando el origen de novela negra del personaje, conseguía aferrarlo al miedo y rodearlo de oscuridad. Una oscuridad que inexplicablemente nunca le había acompañado pese a lo trágico de su origen, pese a lo simbólico de su doble identidad, y pese a la naturaleza desquiciada de sus enemigos. Para muchos resultaría inimaginable ahora, pero lo cierto es que era así.

"Batman Year One" sigue principalmente a tres personajes: Bruce Wayne regresa a su hogar después de pasar años desarrollando sus habilidades y llevando al límite su cuerpo y su voluntad, dispuesto a completar el legado de su padre y mejorar la ciudad que le vio nacer, pero sin una dirección clara. Al mismo tiempo, un joven James Gordon ingresará en el cuerpo de policía de Gotham donde no tardará en darse cuenta de que es el único hombre honrado en un nido de alimañas. Por si fuera poco, su matrimonio atraviesa una fuerte crisis mientras espera a su primer hijo. Selina Kyle, por otro lado, se verá involucrada de manera casi fortuita en todos los eventos, dando origen a Catwoman de manera mucho más verosímil que en cualquier otra encarnación.

Es precisamente después del primer encuentro entre Bruce y Selina, después de un primer error por parte de Bruce en un escenario real que casi le cuesta caro, cuando frustrado, recibe la señal que cambiará su destino para siempre.

Momentazo 1
Como dije, no encontraremos en este cómic a ningún enemigo como el Joker, solo a Carmine Falcone, mafioso de vieja escuela, y un buen puñado de policías y políticos corruptos. Un caldo de cultivo perfecto para disfrutar aún más de la primera gran aparición del héroe, teniendo en cuenta además los días que corren.
Momentazo 2
"A partir de este momento, ninguno de ustedes está a salvo". Y los pelos como escarpias
Por otro lado, de manera lógica y realista, Gordon, al borde de una crisis nerviosa y en mitad de una aventura amorosa, desconfía del enmascarado aunque parezca defender sus mismos intereses; no en vano, es un hombre de ley, y aunque el sistema esté podrido, no está convencido de que pueda o deba ser desafiado desde fuera. Sus caminos se irán cruzando hasta que, en un grandísimo clímax final, la relación entre ambos cambiará definitivamente, poniendo la primera piedra a una de las amistades más icónicas del mundo del cómic y dejándonos una escena final que Nolan prácticamente fotocopió a modo de tributo en su "Batman Begins".

Como en los grandes trabajos de Miller, los pensamientos en primera persona son fundamentales, y los que llevan la carga dramática y el hilo conductor de la historia, mientras que los diálogos son más bien un vehículo, sin que eso impida que nos dejen algunas perlas memorables.

Estéticamente, vuelve a tener esa carga "noir", ese aire cincuentero que tan bien le sienta a Gotham, y Mazzuchelli vuelve a hacer gala de su increíble uso de las luces y sombras y vuelve a dotar a sus personajes de una tremenda expresividad en las distancias cortas.

Así pues, tanto si eres un asiduo despistado o demasiado joven como para que este cómic haya caído en tus manos, como si eres un neófito o un lector casual poco interesado en la continuidad, te recomiendo que te hagas con él cuanto antes. Yo, y miles de críticos y lectores podemos estar equivocados, pero eso es algo que deberíais descubrir por vosotros mismos. Y por supuesto, tanto si ya lo habéis leído como si lo vais a hacer próximamente, os invito como siempre a dejar vuestros comentarios al respecto.

¡Saludos a tod@s!

miércoles, 5 de junio de 2013

Star Trek Into Darkness (2013): J.J. Abrams se consagra como el nuevo gurú de la ciencia ficción


Corría el año 2009 cuando "Star Trek" daba la sorpresa convirtiéndose en uno de los mejores blockbusters del año. Una franquicia en horas bajas, y que no había dado una gran película me atrevería a decir que desde hacía décadas. 

J.J. Abrams, apoyado en un guión muy bien planificado para reiniciar la franquicia sin ignorar todo lo anterior, conseguía meterse en el bolsillo a propios y extraños, respetando el legado de Star Trek y contentando a los más acérrimos seguidores, pero también reintroduciéndonos a su universo y sus personajes de manera fresca y con personalidad propia para atraer a quienes habían tenido poco o ningún contacto con la saga.

Pero los más pesimistas podrían pensar que tal vez fue flor de un día, que superada la magia de conocer o reconocer a los personajes en sus nuevas encarnaciones, quizás quedara demasiado poco recorrido como para sacar adelante con éxito sus posibles secuelas. Y se equivocarían.

Evidentemente hay cosas de "Star Trek" que no se pueden recuperar; la frescura de la primera vez, el factor sorpresa de un cameo, o los pequeños detalles que redefinieron a unos personajes que muchos ya conocíamos en mayor o menor medida. Pero todo lo que se podía "repetir" lo tenemos de vuelta, incluso mejorado en algunos casos.

Ya conocemos a los personajes, pero sus personalidades y las relaciones entre ellos han evolucionado. Kirk es más Kirk que nunca, más seguro y más comprometido, pero tan truhán y por momentos cómico como de costumbre. Quinto como Spock  fue una de las mayores sorpresas de la primera entrega, y aún así consigue superarse y entregarnos un papel que, discúlpenme los más fieles, podría incluso trascender al Spock de Leonard Nimoy (entendiendo, claro está, que por sus circunstancias, son personajes distintos). Por momentos detestable, hasta que se muestra bajo su caparazón desatando la empatía y simpatía del respetable. La química entre ambos se transpira a través de la pantalla y sin duda influye mucho en el resultado final. Escoltándolos, una Uhura (Zoe Saldana) que gana peso específico para bien de la película, además del resto de miembros de la tripulación que tendrán sus momentos.

Y en el otro lado de la balanza un villano que, para mi gusto, supera holgadamente al capitán Nero encarnado por Eric Bana en la primera parte. Benedict Cumberbatch, al que muchos conoceréis por su papel como "Sherlock" en la serie televisiva, se come la escena cada vez que aparece en pantalla. Aunque muchos ya sabréis por dónde van los tiros, e incluso en alguna web prestigiosa aparece acreditado como tal, hay una pequeña sorpresa en lo que a su personaje se refiere, aunque se revelará relativamente pronto en la trama, pero no seré yo quién la desvele. También el veterano Peter Weller ("Robocop") jugará un papel importante en la cinta.

Personalmente, me ponen los villanos con cara de loco. Juzgad vosotros mismos...

Tampoco parecía que se pudiera repetir la sensación de ver por primera vez en pantalla la USS Enterprise, y sin embargo, en una buena maniobra, Abrams consigue que vuelva a ser un momentazo. Las proporciones logradas en pantalla, igual que en la primera entrega, vuelven a ser uno de los puntos fuertes en lo que a efectos se refiere. No hablo solamente de la Enterprise, todo tiene un aspecto gigantesco y muy cuidado.
También nos encontraremos los elementos clásicos de la franquicia: batallas estelares, combates a puñetazo limpio (uno especialmente intenso hacia el final), y buenas dosis de humor mientras la tensión dramática no se dispara. Cuando lo hace, tenemos mucho ritmo visual e intensidad narrativa.

Pese a que el guión no es 100% redondo, es muy superior a la media del género, y hay que concederle el mérito de no decaer pese a no contar con la ventaja de la reintroducción de los personajes que sí tuvo su predecesora. Así pues, si te gustó "Star Trek", mi recomendación es que no dudes en acudir a tu sala habitual mientras se mantenga en cartelera.

Así, después de lo visto y ya para cerrar, cada vez tengo más claro que J.J. Abrams era la mejor elección para tomar las riendas de la nueva trilogía de Star Wars que verá la luz en un futuro próximo. Puede que antaño existiera una especie de guerra encarnizada entre los seguidores de Star Trek y los de Star Wars, pero sinceramente, creo que a mi generación y las más cercanas aquella guerra nos importa entre poco y nada. Después de "Lost", Abrams ya era un creador de culto, un punto sin duda a su favor. Después de su trabajo en "Star Trek" queda claro que se mueve en los terrenos de la ciencia ficción como pez en el agua, y que puede conseguir grandes resultados, tanto visualmente, como a nivel de entretenimiento. A riesgo de pillarme los dedos, y sin saber muy bien qué esperar del guión de Michael Arndt, creo que puede superar ampliamente a la segunda trilogía de Lucas, y por mi parte el hype va in crescendo.

Espero vuestros comentarios, pero si no os gusta la película, no se aceptan reclamaciones (que sí opiniones)
¡Saludos a tod@s!