Algun@s os estaréis preguntando a qué viene esta entrada a estas alturas. Dejadme que os ponga brevemente en situación.
Tal y como anunciamos en el último podcast de 3delosnuestros, Damon Lindeloff, uno de los principales responsables de "Lost", ha abandonado Twitter de manera fulminante, red social en la que siempre se había mostrado especialmente activo. El detonante parece haber sido el aluvión de tweets que ha recibido últimamente, desenterrando el hacha de guerra respecto al final de "Lost" a raíz del apreciado (y magnífico) final de "Breaking Bad" invitándole "amablemente" a tomar nota de cómo se debe finalizar una serie de éxito. Personalmente me parece un tanto injusto; independientemente de que en su propia escala, "Breaking Bad" haya tenido un final excelente, no son productos comparables.
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Quienes seáis seguidores del blog, y sobre todo de nuestros podcasts, sabréis que no soy precisamente un defensor a ultranza de Lindelof, pero lo cierto es que en el caso particular del final de "Lost", sí que debo romper una lanza a su favor. El problema de base no es que el final guste o no guste, sino que muchos de sus detractores se dediquen a criticarlo sin ni siquiera haberlo entendido.
Aunque por aquel entonces no conociera a Lindeloff, soy de aquellos que, aunque solo fuera por prudencia, iba advirtiendo a todos mis amigos cuando empezamos a ver la serie. "No la veáis libreta en mano esperando pasar cuentas al final...". Dedicarse a ver un producto de estas características esperando que todo cobre sentido y se forme la gran imagen ante nuestros ojos me parece cuanto menos arriesgado. La cosa se va haciendo más y más evidente a medida que la lista de misterios por resolver va creciendo. "No esperéis que se resuelva todo, dedicaros a disfrutar del viaje", iba avisando The Dark Critic por la esquinas...
Lo que ocurre es que para muchos de nosotros, ese viaje dejó de ser disfrutable, salvo por momentos entregados con cuentagotas, en "Through the looking glass", final de la tercera temporada, con dos de los momentazos de la serie.
Hasta ahí todo correcto, no puedo objetar nada a quien me diga que a partir de este momento se dedicaba a seguir la serie por inercia, o que ya nunca volvió a ser lo mismo.
La trama entraba en barrena y cada vez se veía más claro que acabaríamos con más cosas en el tintero de las que creíamos. Y así, arrastrados por el monstruo mediático en el que se había convertido una serie inicialmente de pocas pretensiones, fueron pasando las temporadas.
Y lo cierto es que, ya antes de llegar a ese final, sí que nos resolvieron algunos de esos enigmas, aunque fuera de manera superficial o relativa. Supimos qué era el humo negro, supimos quién era Jacob y cual era su cometido en la isla, supimos cómo y por qué estaban ellos allí, Como digo, cierres que pueden o no ser satisfactorios, pero que ahí están para quien los quiera ver.
Pero llega la hora de evaluar el final, y es cuando se me saltan las costuras contra el sector encabezado por la supuesta "experta" de la cadena Cuatro en España, que hizo un análisis completamente erróneo de ese desenlace. Puedo entender que muchos se murieran de ganas de llegar al final y decir aquello de "ya lo decía yo, que estaban todos muertos". Pero no es así, señores; NO.
Todo, absolutamente todo lo que hemos visto durante las primeras cinco temporadas, así como la parte de la sexta que se desarrolla en la Isla es absolutamente REAL. Todos los personajes están vivos, y cada uno de ellos va muriendo en un momento determinado. Charlie en el momentazo de la imagen superior, Jin y Sun trágicamente ahogados, Desmond en la explosión, Jack tras salvar la Isla, Hugo y Ben en algún momento del futuro que no llegamos a ver, etc...
En el episodio final descubrimos que esa realidad dual que hemos estado viendo, únicamente esa en la que los personajes parecen no reconocerse, y Desmond ejerce de hilo conductor entre ellos, ayudándolos a encontrarse, sería esa especie de Limbo o Purgatorio. Ahí es donde han ido a parar nuestros protagonistas después de morir en la realidad que hemos vivido. Da igual en qué momento hayan muerto, ya que es un espacio "supraterrenal", donde aspectos como la noción del tiempo carecen de significado. Insisto, no estaban muertos, estaban de parranda; sólo durante esa "mitad" de la sexta temporada han estado muertos, pero en lugar de narrárnoslo linealmente, se nos ha ido narrando paralelamente a los últimos días de Jack, con quien habíamos empezado este viaje ya desde el primer fotograma, y acabando casi la misma imagen (que no la misma).
El episodio final, desde el punto de vista de alguien que ya no esperaba muchas más respuestas, debía cumplir dos misiones principales: explicarnos qué era esa especie de realidad alternativa que llevábamos viendo durante toda la temporada, y darnos un cierre a nivel de personajes. ¿Nos explica lo primero? Como ya he dicho, por mucho que algunbos no acabaran de entenderlo, sí, y además de una manera inusualmente clara en comparación a otras resoluciones. ¿Nos da ese cierre a nivel de personajes? Absolutamente; se reencuentran, se reconcilian, y emprenden juntos esa transición hacia la muerte definitiva. Exclusivamente a ese nivel, me atrevería a decir que es un final casi orgánico, harmónico e irrevocable, aunque eso es una impresión absolutamente subjetiva.
Así que si eres de l@s que vivía creyendo que era un mal final por un motivo que nunca fue real, y que desde ciertos medios (como la citada Cuatro) se empeñaron en difundir como válido, espero que esta entrada te haya servido para entenderlo tal y como fue concebido. A partir de ahí, lo dicho, puedes opinar lo que quieras y cuanto quieras.
Y es que, querid@s amig@s, si queréis saber lo que es un final realmente aberrante escrito por Lindelof, no tenéis más que ver "Prometheus"...
Como siempre, dejo el espacio de comentarios abierto al debate. Y recordad que si os gustran nuestros contenidos, podéis darnos vuestro voto para los premios Bitácoras 2013 desde el botón de la barra lateral. Muchas gracias.
¡Saludos a tod@s!
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